Raúl Mendoza Cánepa

Incertidumbre

Cuando el miedo hace que las cosas salgan mal

Incertidumbre
Raúl Mendoza Cánepa
20 de septiembre del 2020


Es natural vivir en la incertidumbre. Nada sabemos del futuro y tomamos gran parte de nuestras decisiones sin saber a qué apostamos, porque las condiciones cambian cada semana, cada mes. Recuerda cuando elaboraste el informe FODA (Fortalezas, oportunidades, debilidades, amenazas) para tu empresa en noviembre de 2019 para un expectante 2020. 

“Incertidumbre”, deberíamos convivir con el término, no rehuirle como se le huye al miedo, pues este no es tan malo si es que nos hace ser prudentes. De hecho, el cambio es parte de la vida, el problema ocurre cuando le tememos al cambio. Escuchaba a Wendy Ramos, una de las fundadoras de Pataclaun, decir en una charla realmente magistral en España (https://www.youtube.com/watch?v=1rABjCR47Og) sobre amar lo que haces, gozar de una fiesta que es solo tuya y no de tus invitados y otras lecciones que deberían ser un manual. Contaba que alguna vez dando clases de clown llamó a sus inseguros alumnos a un ejercicio. Se trataba de que cada uno de ellos corriera con los ojos vendados varios metros, a sabiendas que sus compañeros estarían allí para que no cayera. El tablado era seguro y liso, no había posibilidad alguna de accidente, pero nadie fue capaz de correr vendado más de cinco metros ¿Por qué? Por la incertidumbre. Algunos arguyeron que se detuvieron porque sentían que adelante había un abismo, otros pensaron que sus compañeros los abandonarían, dejándolos caer. Otros asumieron en algún tramo que todo era un complot o una broma y que los dejarían accidentarse. Todo no era más que ruido mental. Cuando le tocó el turno a la profesora, ella corrió gritando muy, muy fuerte y llegó hasta el final. Los ojos tapados no se lo impidieron, pero ¿por qué gritaste profesora Wendy?, preguntaron, asombrados, “Porque así no podía escuchar lo que la mente me decía”.

Hace muchos años, quien escribe estas líneas, trabajaba en una ONG. Al año siguiente de ser contratado comenzaron los temores infundados del despido ¿Por qué? Difícil de explicar, quizás la incertidumbre natural, ese ruido que nos sigue para llevarnos hacia atrás y detenernos como a los alumnos de Wendy; era un chip, un chip que se inmiscuye en todos los aspectos de nuestras vidas. Aquel segundo año la oficina nos obsequió una agenda-diario. Hace unos meses la redescubrí en una caja y la abrí. Desempolvada, leí su primera página (escrita al cumplirse apenas un año en aquel trabajo). Decía: “estoy seguro que ahora sí me van a despedir”. No había una causa, en realidad. Lo que sí, trabajé trece años más en aquella ONG, hasta que un diario local me invitó a trabajar en su staff. 

La vida es incertidumbre, pero mucho más es “ruido”. Aa veces tragedia, sí; pero más es ruido. Te puedes pasar años creyendo que te va a ir mal y te la pasaste todos esos años muy mal creyendo que te iría mal. Bien decía Saint John Perse: “Invalorables son los momentos y las esperanzas inciertas”. La clave nos la da Wendy Ramos: “Grita mientras corre”. De eso se trata vivir y no morir en el intento.

Raúl Mendoza Cánepa
20 de septiembre del 2020

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