Carlos Adrianzén

Esquilmando suavemente tu jubilación

La politización de los ahorros previsionales de los peruanos

Esquilmando suavemente tu jubilación
Carlos Adrianzén
10 de mayo del 2023


Este artículo, por ser un tema aciago y espinoso, merece algunas observaciones previas. La primera de ella resulta meridiana. Todos los hechos planteados aquí reflejan cifras concretas. No tienen por qué gustarle. Son lo que son y sus deterioros describen escrupulosamente lo que sucede en el Sistema Previsional privado a partir del año 2003. 

La segunda nos recuerda que visualizamos la suerte previsional de 8.2 millones de afiliados a diciembre pasado. Un esquema previsional compulsivo de cuentas de capitalización individual; penosamente regulado por el Estado peruano (SBS y BCRP). Este esquema se pensó solo para los trabajadores previsionales con alguna capacidad de ahorro, bajo la premisa de que la escala de cada cuenta individual se constituiría sobre los aportes. Aportes grandes, jubilaciones grandes. Aportes pequeños, jubilación magra. El resto de la población económicamente activa quedaba fuera. Esto, mientras la profundización de las reformas de mercado reduciría el enorme desempleo heredado de los desastrosos gobiernos previos a 1990.

La tercera y última observación nos refiere a un milagro previsional (es proceso de verosímil desaparición). Nunca en la historia financiera de nuestro país, se habría registrado un saldo de fondos previsionales de tal escala. En su pico, a fines del año 2019, superó los 50 mil millones de dólares. Fueron fondos de larga maduración que financiaron el empleo de millones de peruanos, a través de sus inversiones en el sector privado y estatal nacional.

Teniendo esto en cuenta, es momento de que introduzcamos a los personajes de este sainete.

Los políticos locales (Activistas de Izquierda, Gremios, Burócratas y Congresistas). Imbuidos de la misma ideología socialista-mercantilista (a pesar del latrocinio de los esquemas de reparto previos -IPSS et al-), consolidaron efectivos esquemas de propaganda y de regulación anti AFPs. Aquí brilla la alianza tácita entre los burócratas financieros y los congresistas. Debiendo subsidiar directamente, frente al desastre estatal asociado al COVID-19, el MEF aprendió a usar plata ajena (los fondos de los aportantes). Una vergüenza.

Los trabajadores aportantes (tal vez usted). Nunca entendieron a tiempo que no eran los ahorros de las administradoras, ni del gobierno. Que eran sus ahorros para la vejez. Apoyaron todo intento de demolición del SPP. Incluso los sucesivos retiros de sus cuentas -a todas luces una expropiación indirecta - como subsidio directo. Y bajo una salida política que sirve para que algún congresista inescrupuloso se haga popular, con la complicidad del resto de los congresistas y las instituciones del ejecutivo (MEF, SBS y BCRP). Algo muy bien recibido entre aportantes cándidos (y los ignotos privados que compraron instrumentos financieros a precio huevo). La figura implica una similitud con el síndrome de Estocolmo. Aquí eligen a los que les vienen robando.

La primera figura aquí (A) resulta implacable. El sistema se va desvaneciendo a partir del 2018. La demagogia de la izquierda mercantilista local se viene saliendo con la suya. A pesar de la tasa de crecimiento de los aportantes, el fondo SPP -como ratio del PBI- se ha reducido a la mitad de su escala.

La figura B resulta muy cruel. Le recuerda que el valor promedio del fondo individual (así usted ahorre compulsivamente mucho o poco) ya ha sido esquilmado significativamente. Esto, más allá de los 2.4 millones de afiliados que –tomando disque voluntariamente su plata con merma– han pasado a ser futura carga para los contribuyentes. 

Eso sí, asumiendo el fortísimo supuesto que el gobierno no los va a engañar y abandonar en las calles como al resto de la millonada de pobres de la nación.

Estimado lector, en la tercera figura le dejo la del estribo (ver Figura C).

Hoy en día, ingresan regulatoriamente aportantes a un ritmo tres veces mayor a la tasa de crecimiento de la población. Y esto a pesar del declive económico post 2013. 

Descontando los retiros ya realizados (que alcanzarían el 10% del PBI), los nuevos aportes cubrirían las pérdidas asociadas a liquidar apresuradamente instrumentos (para materializar los retiros). Algunos congresistas se estarían haciendo muy populares engañando a millones de aportantes cándidos y odiadores. Y, por otro lado, como diría el encarcelado Toledo, “alguienes” estarían haciendo fortunas comprando muy barato.

Me atrevo aquí a tener una premonición. Pronto se ofrecerán nuevos retiros. Y es que resulta muy popular subsidiar a posibles electores con su propia plata. Después de todo, los aportantes han ido a odiar el sistema. Odian a las AFP (léase, a sus propios ahorros).

Carlos Adrianzén
10 de mayo del 2023

NOTICIAS RELACIONADAS >

Los contrabandos de la izquierda tributaria limeña

Columnas

Los contrabandos de la izquierda tributaria limeña

  Es difícil imaginarlo, pero hagamos el esfuerzo. Imag&i...

01 de mayo
La salida previsional hoy

Columnas

La salida previsional hoy

El drama previsional peruano es, sobre todo, eso: un suceso de la vida...

23 de abril
¿Una fiesta inolvidable?

Columnas

¿Una fiesta inolvidable?

Ya estamos en los previos. La fiesta se iniciaría en pocos d&ia...

17 de abril

COMENTARIOS