El pueblo de Dios se moviliza

El fin de semana pasado me reuní con Alfonso, militante católico y activo miembro de las comunidades católicas de Lima. Transcribo literalmente parte de la conversación porque refleja el pensamiento de la inmensa mayoría silenciosa que participó en la marcha convocada por los colectivos juveniles, a pesar de sus críticas hacia algunos políticos que intentaron representar la cólera ciudadana.

¿Alfonso, cuál es tu opinión del mensaje presidencial?

Primero —dice radicalmente— cero credibilidad para todos los políticos que tienen como costumbre mentir. Todos dicen que van a luchar contra la corrupción y que van a solucionar los problemas del país, pero lo único que hacen es corromperse en el poder. Por eso para la gente que trabaja es desagradable hablar de política o de los políticos, porque no son confiables.

¿Por qué no le crees al presidente?

No seas ingenuo, por favor. El presidente nos ha dicho que en su “Gobierno nadie tiene corona”; sin embargo, a él lo mencionan en los audios como un borrachín que bebe ron Zacapa con dudosos personajes y eso le resta autoridad. Yo estoy vinculado a miles de personas de la comunidad católica. Un amigo que trabaja en Electro Perú, la empresa de los jubilados, me ha contado que el gerente general, Edwin San Román, y el directorio de la empresa han aprobado extender los beneficios que han conseguido los trabajadores, en negociaciones colectivas y laudos arbitrales, al personal de dirección y de confianza de la empresa, burlándose de la ley que lo prohíbe. Pero como son amigos del presidente, no pasa nada y hacen lo que quieren. Todo es una farsa, una mentira más. La gente honesta no le cree a Vizcarra ni a nadie.

¿Tú crees que la lucha contra la corrupción es una farsa?

No te hagas el cojudo a estas alturas de tu vida. Acaso no te das cuenta de que se disputan sórdidamente el Poder Judicial, la Fiscalía y todas las instituciones para defenderse mejor de las corruptelas y negociados. Parece que no te diste cuenta de que PPK quería fugarse con el aval de un fiscal; no has leído, tú que estás más enterado que nosotros, que PPK está embarrado con los contratos del gas de Camisea y que el Perú habría dejado de percibir aproximadamente US$ 39,000 millones en impuestos, además de sus negocios con las empresas brasileñas y sabe Dios qué otros negociados tendrá. No, esta gente no tiene perdón por el daño que le hacen al Perú.

¿Qué piensan, qué sienten los católicos?

La corrupción ha llegado a todos los niveles. Por ejemplo, cientos de personas me cuentan que no se puede vivir en sus barrios porque los traficantes de terrenos los amenazan, al igual que los vendedores de drogas y los asaltantes de esquinas. En otros lugares del país como Madre Dios o Puno, el narcotráfico, la minería ilegal y otras organizaciones criminales imponen su voluntad corrompiendo a todos y financiando a políticos locales. Nuestro país está en caos. Lo que te puedo decir es que el pueblo Dios, que es mayoritario en el Perú, se refugia en sus iglesias y en sus familias. Y le pedimos a Dios, con humildad, que nos dé sabiduría para salir de esta triste situación.

¿Insinúas que las organizaciones religiosas van a participar en política?

Por favor, tú sabes bien que nosotros diferenciamos las cosas que corresponden a Dios y al Estado. Nosotros no participamos en política, pero si luchamos principistamente contra el relativismo moral que está sodomizando al mundo. Luchamos por la vida, por la familia, contra las ideas extrañas que hacen de la sexualidad una abstracta construcción cultural y por la libertad de conciencia. Yo pienso que los católicos y los cristianos en general debemos ver quién defiende estos valores con sinceridad y no por oportunismo para conseguir votos. Los políticos saben que el pueblo se moviliza por los valores cristianos, solo eso te digo.

La entrevista con Alfonso me dejó la sensación de que en los próximos meses la religión y la política van a estar muy vinculadas. Y que esa combinación nos puede conducir a personajes parecidos a Donald Trump.