Tino Santander
El mensaje del nuevo Perú
Urgen reformas para acabar con fragmentación política y llevar el estado a regiones
En Lima salió derrotado el sector post colonial representado por Susana Villarán. La alcaldesa personifica “la repÚblica virreinal de los chapetones” frente a “la república de indios”. La “izquierda” representó a los minoritarios sectores A y B. Triunfó la Lima popular y emprendedora que vio en la política un instrumento de defensa de sus intereses económicos y sociales. Paradójicamente esta corriente la lideró Luis Castañeda que intuitivamente representó la Lima chola, informal y emergente que quiere modernidad con igualdad. Que no olvide Castañeda que tiene un inmenso reto: defender los intereses populares y cumplir sus promesas electorales.
En Cajamarca ganó la política. Goyo Santos es un militante del Partido Comunista del Perú -Patria Roja- vinculado a las organizaciones sociales y sindicales. Santos se ha convertido en símbolo de la lucha campesina por la defensa del agua y del medio ambiente. Desde la prisión condujo una “mítica” campaña política que derrotó a los medios de comunicación limeños que lo victimizaron. Cajamarca es la expresión del fracaso político del estado. La ausencia del estado y de los partidos políticos que intermedien las demandas regionales son la causa de que surjan liderazgos corruptos como el de Santos, que solo ofrecen mayor pobreza a los campesinos que dicen defender. Agudiza esta crisis la distancia social entre la empresa Yanacocha y el pueblo cajamarquino. La esencia de las empresas es ganar dinero, no hacer política. Eso explica las torpezas de Yanacocha. Estos “errores” tienen paralizadas inversiones en minería aproximadamente por 22 mil millones de dólares necesarios para el crecimiento económico y social de la región. La solución en Cajamarca es política. Consiste en que el pueblo comprenda y acepte que la minería es clave para su desarrollo.
En Puno, era previsible que Walter Aduviri tenga un gran caudal electoral. Un amplio sector de la población apoya la propuesta de “acabar con la SUNAT”, el “estado plurinacional” y la “justicia popular”. Las masas campesinas fueron seducidas por el milenarismo ideológico que solo traerá miseria a la región. Un sector del altiplano vota contra la ausencia del estado. ¿Qué Hacer? Lenin hubiera dicho: “agitación y propaganda” que esclarezcan al pueblo. ¿Cuáles son esas consignas? Primero: sin inversión pública y privada no hay desarrollo; segundo: La empresa privada hará las obras más importantes de infraestructura a través del sistema obras por impuestos. Puno se convierte en un reto para el Perú.
En el norte de Perú, se ha instalado una mafia política que usa los recursos de la Universidad Privada César Vallejo para solventar campañas millonarias. Ha creado una inmensa red de corrupción en el Poder Judicial y en los medios de comunicación. Al viejo estilo del “pisco y la butifarra” del civilismo oligárquico, los hermanos Acuña chantajean con becas y dádivas a los sectores populares de La Libertad y Lambayeque. El crimen organizado avanza ante la indiferencia del estado. Las autoridades competentes están en la obligación de investigar con celeridad para evitar un nuevo Ancash. Estamos advertidos.
El mensaje electoral es muy claro: Primero urgen reformas institucionales que fortalezcan a los partidos políticos para acabar con la fragmentación política; segundo reformar el proceso de regionalización para hacerlo más eficiente; tercero, acabar con el crimen organizado que lentamente pretende capturar el estado; cuarto, la gente quiere autoridades honestas y trabajadoras. Este es el recado del pueblo que el Perú debe escuchar y hacer realidad.
Por Tino Santander Joo
(7 - oct - 2014)
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