Javier Agreda

Dos poemarios premiados en Copé

Dos poemarios premiados en Copé
Javier Agreda
24 de noviembre del 2016

“El mal amor” y “Muestra de arte disecado”

Creado por Petroperú a finales de los setenta, el Premio Copé es desde hace mucho tiempo el concurso literario más importante de nuestro medio. No obstante, las obras ganadoras de los últimos años no han tenido la trascendencia esperada. Pero incluso así, el certamen sigue siendo, por la cantidad y diversidad de participantes, un buen muestrario de tendencias y autores en plena producción literaria, entre los que suele haber algunos de interés. Es el caso de José Cabrera Alva (Lima, 1971) quien acaba de publicar el libro Del mal amor. Apuntes de la era de la violencia (Pájaro de fuego, 2016), poemario finalista de la Bienal Cope 2003.

Autor de los poemarios El libro de los lugares vacíos (1999), Canciones antiguas (2004) y Ombligo de ángel (2007) —todos ellos de temática más bien intimista— Cabrera Alva intenta aproximarse esta vez al difícil tema de la violencia política de las décadas pasadas. Pero en lugar de apelar a sus recuerdos personales (fue estudiante sanmarquino a fines de los ochenta) prefiere dejara hablar en su poemas a una serie de personajes más directamente ligados con esta problemática: migrantes, campesinos, testigos directos de los crímenes. El coro de “voces” incluye hasta a las almas de algunos de estos personajes, en textos de logrado lirismo, que se complementan bien con la “narratividad” del conjunto. Del mal amor es un buen poemario, y en su carátula se puede apreciar un trabajo hecho especialmente para el libro por el artista Eduardo Tokeshi.

En la última edición de la Bienal Cope obtuvo el Premio Copé de Plata el libro Muestra de arte disecado (Copé, 2016), de Roy Vega Jácome (Lima, 1988), también un poemario de interés, especialmente por la “versatilidad y el dominio de las formas poéticas” (lo afirma el poeta y crítico Hildebrando Pérez en la nota de presentación) de su autor. Con estudios de Literatura en la Universidad de San Marcos, Vega Jácome se muestra también como un conocedor de nuestra tradición poética, de la que recoge valiosas enseñanzas;  especialmente de los surrealistas de la generación del treinta (Moro y Westphalen) y de los coloquialistas de la generación del sesenta (Cisneros y Hernández), a quienes cita reiteradamente.

 

Muestra de arte disecado es el segundo poemario de Vega Jácome —el primero es Rumores de un arpa retorciéndose en la hoguera (2014)— y está conformado por unos treinta poemas divididos en tres secciones: “Prehistoria personal”, textos de homenaje a los padres y antepasados del autor; “Acción y repliegue de los mosquitos”, poemas más relacionados con las vivencias personales; y “Muestra de arte disecado”, textos reflexivos y sobre diferentes temas. A pesar de esa diversidad, el autor logra darle unidad al libro a través de una prosodia y una poética sumamente personales, basadas en la adjetivación y los símiles. El único problema de este tipo de opciones, centradas en la “habilidad verbal” del autor, es que los textos pueden caer en el retoricismo, como en efecto sucede en algunos de estos poemas.

 

Javier Ágreda

Javier Agreda
24 de noviembre del 2016

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