Raúl Mendoza Cánepa

Con los enemigos nada

Con el comunismo no se negocia ni se conversa

Con los enemigos nada
Raúl Mendoza Cánepa
25 de junio del 2023


Uno de los grandes desastres de la vida republicana fue el Gobierno del expresidente Pedro Castillo, quien se atrevió a perpetrar un golpe de Estado con una mochila de acusaciones detrás. De haber logrado su objetivo, el Perú se dirigiría ahora a ser Venezuela y, de seguro, Nicolás Maduro sería un asiduo de Palacio. Castillo le abrió las puertas al neosenderismo y descompuso la institucionalidad. Por suerte, no logró tocar el Ministerio Público porque la Fiscal Patricia Benavides se lo impidió. Es razonable que con Zoraida Avalos, Castillo hubiera completado su plan al 2026 y no habría un después para investigar.

Pese a ese lastre que fue y es Castillo, el congresista Guido Bellido pretende amnistiarlo a través de un proyecto de ley. El indulto es un perdón presidencial, pero la amnistía parlamentaria es el olvido de las acciones, el simple olvido, a secas. Es una figura que no debería existir por arbitraria y porque colabora al juego político, ese que podría servir para el cuoteo en la Mesa Directiva. 

La política es acuerdos, sí; pero es, sobre todo, principios. Con el comunismo no se negocia ni se conversa. Construir una república liberal pasa por neutralizar a los enemigos de la democracia porque la intolerancia, al decir de Popper, es intolerable; y el comunismo es, por su esencia, totalitarismo intolerante. En una democracia un partido de izquierda radical es lo mismo que un partido nazi con licencia para postular. 

Si algo importa es la reforma electoral para erradicar a los delincuentes y a los partidos antidemocráticos de la política peruana, pero cómo gestarla desde un Congreso en el que los mochasueldos, los “niños”, los radicales rojos y los que desde la “derecha” pactan con ellos son los que, finalmente, dominan las votaciones. No extrañaría que, así como se acaba de aprobar una ley que limita la colaboración eficaz (83 votos), el próximo presidente del Congreso sea Waldemar Cerrón, pues la política se ha tornado en cálculo fenicio. Así eligieron al Defensor del Pueblo. Los congresistas blindan a los congresistas en la Comisión de Ética, se unen a pesar de sus diferencias para aprobar una ley mordaza, y le dan una manito a la impunidad con un cerco a la colaboración eficaz.

El peor enemigo de la libertad es el miedo, y el miedo tiene dos representantes: el totalitarismo castrochavista (y sus satélites internos) y la criminalidad (que ya es un producto transnacional). Es un reto muy difícil edificar un país con mercados libres y una clase media expansiva si no se pone en orden la casa sacudiéndolo todo, destruyendo las raíces del miedo a través de una gran reforma electoral y un replanteo radical de la seguridad ciudadana, sin reservas y con mano firme. 

En una genuina república los derechos humanos no se instrumentalizan para favorecer los crímenes de la turba y la extorsión política. Además, los partidos totalitarios son neutralizados porque defender la democracia pasa por salvarla de los que se disfrazan de demócratas solo para capturar el poder, destruir la democracia y, por correlación, aplastar los derechos humanos.

Raúl Mendoza Cánepa
25 de junio del 2023

NOTICIAS RELACIONADAS >

Cómo entendernos

Columnas

Cómo entendernos

Recuerdo un hashtag tan irresponsable como bobo, #AsumoMiVoto. Varias ...

13 de mayo
Rafael Belaunde Llosa: el liberal contestatario

Columnas

Rafael Belaunde Llosa: el liberal contestatario

Hace unos días se celebró la cumbre de mineros artesanal...

06 de mayo
El bibliotecario viejo

Columnas

El bibliotecario viejo

Aurelio Bohórquez permaneció quieto. Con los ojos salton...

29 de abril

COMENTARIOS