Cerramos mal el 2024

Acabamos de cerrar el año 2024, un año que se ha caracterizado por un desorden sistemático, violencia social, muertes injustificadas y sobre todo vergüenza política para el Perú. Este año se ha caracterizado por escándalos que los hace pensar nuevamente, ¿qué hicimos nosotros para merecer todo lo que está pasando?.

Nuestro panorama actualmente se centra en la emergencia social a raíz de la crisis de seguridad ciudadana y eso conlleva a que nuestras autoridades no están haciendo lo necesario para poder luchar contra eso. Sin embargo, pese al incremento de inseguridad y la ola de asesinatos que hay en la capital, la presidenta felicita al ministro del Interior, Juan José Santiváñez. Sin duda a eso me refería con vergüenza política.

Es indignante que, mientras que el Perú se desangra por la ola de criminalidad, el gobierno peru librista de la sucesora de Pedro Castillo, Dina Boluarte, actúe como si nada pasara y se centre en sus propios intereses. Pero eso no es todo, ahora el Congreso también forma parte de este circo político. Y lo más vergonzoso de esto es esta presunta red de prostitución y que aún no halla respuestas lógicas sobre esta aberración. Y los parlamentarios, bien gracias.

La ecuación es simple, muchas de las cosas que suceden son en gran parte nuestra responsabilidad y la única forma de solucionarlo es pensando y reflexionando en nuestro grave error. Nos hemos dejado llevar en gran medida por ideales absurdos fomentados por el progresismo y reaccionamos tibiamente ante tantas irregularidades. Está claro que este tipo de pensamientos han marcado el declive de lo correcto y lo lógico de la sociedad y está en nuestras manos solucionarlo.

Queda un poco más de un año para las elecciones generales que vienen para el 2026 y es ahí, donde nosotros debemos ser responsables y no dejarnos llevar por ideales que más parecen de cuento de hadas que de una realidad plena de nuestro país, pensemos en lo correcto y lo mejor para el país, y no en las ideas regresionistas que se hacen llamar “progresismo”. Pensemos bien, pensemos en nosotros, pensemos en el Perú.