Javier Agreda

Breton, Éluard y La inmaculada concepción

Un libro escrito por los dos grandes poetas surrealistas

Breton, Éluard y La inmaculada concepción
Javier Agreda
05 de noviembre del 2021


El movimiento surrealista tuvo su mejor momento entre 1924 y 1930, cuando al grupo original de escritores franceses (Breton, Aragon, Soupault, Éluard, Desnos) se sumaron artistas de toda Europa (Picasso, Magritte, Delvaux, Dalí, etc.) y se intentaba unir la vanguardia artística con la revolución. Las obras producidas en aquellos años son las que mejor expresan el espíritu surrealista, como
Nadja (1928) o La inmaculada concepción (1929), libro escrito en forma conjunta por André Breton (1896-1966) y Paul Éluard (1895-1952), y que en el Perú fue publicado en una edición bilingüe, con prólogo y traducción del crítico peruano Camilo Fernández Cozman.

La inmaculada concepción es un conjunto de textos poéticos en prosa que resume las propuestas estéticas del surrealismo: escritura automática, imágenes oníricas, metáforas complejas, la unión de lo lúdico, mítico y maravilloso. En la primera sección del libro, El hombre, estos recursos son muy bien aprovechados para describir las diferentes etapas de la vida de un hombre abstracto y atemporal, desde La concepción y La vida intrauterina hasta La muerte: "Y nada olvido...con mi mano en la crin de los leones veo el horizonte engañoso que va a mentirme por última vez...".

En la segunda sección del libro, Las posesiones, Breton y Éluard tratan de integrar a la poesía diversos elementos del discurso "irracional". De ahí los títulos de los textos (Ensayo de la simulación de la manía aguda; Ensayo de la simulación de la demencia precoz, etc.) y lo arriesgado de su propuesta, que plantea, a la vez que la aproximación a la locura, una progresiva pérdida de los vínculos lógicos y gramaticales del lenguaje. Al final se llega, como en Altazor de Huidobro, a una serie de palabras sin ningún sentido. Las otras dos secciones del libro, Las mediaciones y El juicio original, son algo más retóricas, aunque no faltan en ellas interesantes aforismos y juegos de palabras.

Ese tipo de detalles hace más apreciable el traslado de los textos del francés al español realizado por Fernández Cozman, quien ya antes había publicado las traducciones de Poemas (1999) de Paul Eluard y Bestiario (1999) de Guillaume Apollinaire. Además, en el ensayo prologal Los confines de la poética surrealista, el crítico hace diversas interpretaciones de La inmaculada concepción, ya sea como "una pugna entre la mitificación y la sacralización" o como "una invitación a ver ese lado bellamente oscuro de nuestra constitución: el inconsciente, la locura, la fantasía sin límite".

Javier Agreda
05 de noviembre del 2021

NOTICIAS RELACIONADAS >

El arte de narrar el vacío: la microficción de Ricardo Sumalavia

Columnas

El arte de narrar el vacío: la microficción de Ricardo Sumalavia

La narrativa breve de Ricardo Sumalavia (Lima, 1968) se distingue por ...

31 de marzo
El buen mal: la delgada línea entre amor y el horror

Columnas

El buen mal: la delgada línea entre amor y el horror

La escritora argentina Samanta Schweblin (Buenos Aires, 1978) es una d...

24 de marzo
Un festivo ardor: arte, deseo y transgresión

Columnas

Un festivo ardor: arte, deseo y transgresión

En Un festivo ardor (Animal de Invierno, 2024), Juan Carlos Cort&aacut...

18 de marzo

COMENTARIOS