Tino Santander
Beltrán Serrano y Evaristo Quispe
Las demandas de infraestructura de los pueblos de La Convención y Ayacucho
Beltrán Serrano Ocsa, es el Presidente de la Federación Campesina de La Convención y Lares (FEPCACYL). Esa provincia del Cusco fue la cuna de las primeras protestas contra el gamonalismo, lideradas por Hugo Blanco; y también fue cantera de guerrilleros del MIR de Luis de La Puente Uceda, en 1965.
Evaristo Quispe Ochatoma, Presidente de la Federación Agraria de Ayacucho (FADA), nació con la reforma agraria velasquista, y representa al campesinado ayacuchano que sufrió la violencia política terrorista en la década del 80. Esta organización es heredera de Basilio Auqui Huaytalla, montonero indígena que organizó a los morochucos en la Pampa de Cangallo, para combatir al ejército español en la lucha por la independencia.
Estas dos organizaciones gremiales representan a los campesinos más aislados del Perú. En La Convención se encuentra Camisea, que aportó al Perú 6,000 mil millones de dólares; sin embargo, en Echarate -el distrito del gas de Camisea- los 10 centros poblados que lo integran no tienen agua potable ni desagüe. La Convención no tiene un hospital y Echarate cuenta solo con postas médicas mal equipadas. La carretera que une Echarate con el centro poblado de Kiteni cuenta con un tramo de bicapa mal hecho por el gobierno regional nacionalista de Jorge Acurio, que se gastó 700 millones de soles en esa obra. El tránsito de vehículos pesados del Consorcio Camisea, de la municipalidad de Echarate y el privado está destruyendo lentamente la carretera.
Las dos organizaciones consideran vital la carretera asfaltada del tramo San Francisco-Kimbiri-Echarate, para integrar una de las zonas de mayor potencial agrario con los mercados de la costa. En Echarate los habitantes de los centros poblados de Palma Real, Kiteni, Kepashiato, Ivochote, y en Ayacucho, en asambleas multitudinarias, han acordado organizar comités pro carretera asfaltada. La lucha la lideran Beltrán Serrano Ocsa, y Evaristo Quispe Ochatoma.
Los agricultores, quieren exportar su productos por los puertos de la costa. Son los dirigentes más realistas que he conocido. Saben que la carretera traerá dignidad y seguridad en el transporte, además de inversiones; que se podrá construir la planta de fraccionamiento de gas licuado en Kepashiato y abaratar el gas que ahora cuesta 50 soles el balón.
Esta es una lucha que recién empieza. Por el momento están solos. Los políticos no saben que existen, y los congresistas cusqueños y ayacuchanos están ocupados defendiendo a Nadine Heredia, la frívola presidenta del partido Nacionalista que se gasta miles de dólares en joyas y vestidos en el extranjero.
Los políticos se organizan para la lucha por el poder el 2016, buscan adhesiones de figurones mediáticos y pontifican desde Lima sobre el mercado y las inversiones, o están ocupados en la Comisión de Etica del Congreso juzgando a sus colegas por corrupción. No ven ni escuchan a la gente.
Al frente tenemos un país aislado, agobiado por la falta de servicios públicos, por el narcotráfico, la inseguridad, la corrupción e incompetencia de los gobiernos locales y regionales. Los campesinos tienen que vencer la desilusión que corroe el país. Los dirigentes agrarios, alcaldes de centros poblados y líderes sociales estarán al frente de sus pueblos. Los políticos -como siempre- están ausentes.
“Ni un paso atrás”, entre otras consignas, escuché en Ayacucho y Echarate. Los peruanos debemos acompañarlos en su lucha para evitar que la democracia se desmorone lentamente y vuelvan las botas del militarismo ramplón.
Por Tino Santander Joo
02 – Jun – 2015
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