Tino Santander
Ayacuchano, huérfano pajarillo
Sobre las oportunidades de desarrollo de Ayacucho
En la bella ciudad de Huamanga (“Waman Ka´” o “toma halcón”) nos reuniremos en la Federación Agraria de Ayacucho (FADA) una vez más para organizar eventos y movilizaciones exigiendo al gobierno regional ayacuchano, al gobierno central, a la empresa TGP y a la comunidad campesina de Uchuypampa resolver el conflicto que paraliza la construcción del ducto de gas a Huamanga.
Los indicadores económicos y sociales de la región son de terror. Ayacucho tiene aproximadamente 670 mil habitantes y el 42% vive en el campo; 20% de analfabetos; 31% de desnutrición crónica (de niños menores de 5 años); 62% de pobreza; 63% de las viviendas son de adobe; 20% de los ayacuchanos no tienen agua ni desagüe; 45% de las viviendas no cuentan con servicios higiénicos.
El drama es mayor cuando comprobamos que solo el 40% en Huamanga cocina con gas y el 60% lo hace con leña. La población económicamente activa es aproximadamente de 326 mil de los cuales la agricultura absorbe el 56 %; las Mypes representan el 1.27% en Paucar del Sara Sara y en Huamanga apenas 1.08%. Parece que a los ayacuchanos no les interesa el desarrollo.
Ayacucho, puede convertirse en la primera región que masifique el gas domiciliario y vehicular, además de construir un parque industrial que diversifique la economía regional. Es decir, más trabajo, mejor educación e igualdad de oportunidades para todos.
El proyecto del gas de Ayacucho significa construir un ramal de 18 km hasta la comunidad de Uchuypampa donde la empresa Graña y Montero construirá una planta envasadora que comprima el gas y lo distribuya como gas virtual en 10 ciudades de las macro regiones centro y sur (Huamanga, Huanta, Huancavelica, Abancay, Andahuaylas, Cusco, Huancayo, Jauja, Juliaca y Puno).
Sin embargo, el ducto de gas es boicoteado por los propios ayacuchanos indiferentes e indolentes con su ejecución. Ollanta Humala acorralado por la corrupción de las agendas de Nadine, piensa solo en la fuga al acabar su mediocre administración, solo eso puede explicar el abandono de este proyecto vital no solo para Ayacucho sino para el Perú.
Del gobierno regional no podemos esperar mucho, sabemos que es producto de la improvisación del sentenciado presidente regional Wilfredo Oscorima militante del partido de César Acuña, candidato presidencial de la estafa y la mentira. La empresa TGP y sus socias por su prepotencia al negociar con los comuneros no tienen disposición al diálogo .
Soy testigo de un hecho inédito- que nunca imagine- ver a los dirigentes de una comunidad campesina (Uchuypampa) exigirle a una transnacional que sea garante de las promesas del gobierno regional ayacuchano, además, de pedir 8 millones de soles en efectivo desconociendo los acuerdos firmados por la anterior junta directiva.
Los dirigentes comunales han señalado: “que no les interesa los proyectos productivos para la comunidad ellos quieren dinero en efectivo”. Las luchas campesinas se han distorsionado, ya se no se lucha por infraestructura social y productiva. Este es el ejemplo del dirigente Pepe Julio Gutiérrez militante del Frente Amplio, que exigía un millón de dólares -que él criollamente llamaba “lentejas”- para sacar el proyecto minero Tía María en Arequipa.
Estas posiciones desprestigian las demandas y luchas del movimiento social que son sospechosas de extorsión. Las comunidades campesinas tienen infinidad de necesidades educativas, de salud y de realización de proyectos agropecuarios, por eso, esperamos que los comuneros de Uchuypampa reflexiones por el bien del movimiento campesino.
Los ayacuchanos tienen ahora la responsabilidad de asumir el liderazgo del desarrollo regional. El otro camino es la indiferencia, el oponerse a todo siempre y seguir cantando tristemente: “ayacuchano, huérfano pajarillo”. Es el momento de cambiar la historia de miseria y pobreza en Ayacucho.
Por Tino Santander Joo
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