En el Perú las leyes que no se reglamentan pierden vige...
En el preciso momento en que el Congreso se gesta una de las convergencias más interesantes —luego de las elecciones nacionales— alrededor de la reforma de justicia, en medio de la indignación general de la ciudadanía, Vicente Zeballos, flamante ministro de Justicia, habla de asambleas constituyentes, de adelantar elecciones y cuestiona la designación de Pedro Chávarry al frente de la Fiscalía de la Nación. En otras palabras al titular del sector Justicia le interesa un rábano la reforma de las instituciones de la justicia. El hombre pretende incendiar la pradera. ¿Cómo el Ejecutivo puede liderar la reforma de la justicia con un ministro (el encargado de la iniciativa) tan polarizante? Imposible.
La conducta de Zeballos solo ratifica las aproximaciones y los análisis planteados en este portal: un sector del país solo pretendió utilizar las denuncias de corrupción para desatar una crisis de gobierno que desencadene el adelanto electoral. Si estas cosas pueden pasar, como se dice, es porque una coalición de redacciones ha perdido todas las brújulas habidas y por haber luego de la aprobación de la ley que prohíbe la publicidad estatal en los medios privados. Incluso ha llegado a promover movilizaciones callejeras como una manera de presionar al Legislativo.
El gran problema de esta situación es que se produce cuando en el Congreso se declara en emergencia el Consejo Nacional de la Magistratura (CNM) por nueve meses, se establece que los accesitarios del CNM ya no asumirán funciones y se suspende todas las designaciones de magistrados en el Poder Judicial y en el Ministerio Público. Y mientras que el nuevo Fiscal de la Nación unifica el caso Lava Jato, bajo la batuta del fiscal Ramón Vela, una medida que revela que las investigaciones empezarán a avanzar.
La declaratoria en emergencia del CNM es el inicio de la reforma del sistema de justicia. Es un momento único para la democracia, que avanza hacia su quinta elección nacional sin interrupciones. Es un momento de convergencias entre el Ejecutivo, el Legislativo y las organizaciones de la sociedad alrededor de una discusión que definirá el futuro de la democracia y las instituciones. Es también un momento en que se puede superar la envilecedora polarización fujimorismo versus antifujimorismo, haciendo posible que las instituciones tutelares del Estado se reencuentren con la ciudadanía.
En efecto, la discusión sobre cómo se reforma el CNM o cómo crear otro sistema de elección y de evaluación de los magistrados del Poder Judicial y el Ministerio Público puede ser un capítulo tan constructivo que la democracia estaría dejando en claro sus capacidades de auto regeneración institucional. Si eso sucede, en medio de los escombros emergerán instituciones más fuertes en el sistema de justicia.
Avanzar en ese camino exige directores de orquesta, tejedores de relaciones y hombres proclives a la concertación. Es decir, todo lo contrario a lo que representa Vicente Zeballos en el sector Justicia. Peleado con el Congreso y con la Fiscalía, ¿qué se puede reformar? A menos que la estrategia no sea la reforma, sino el simple adelanto electoral.
Pero eso no es todo. Algunos medios, encuestadoras y ciertos políticos le han hecho creer al presidente Vizcarra y al presidente del Consejo de Ministros (PCM), César Villanueva, que la mayoría legislativa y los partidos del Congreso van a aceptar la permanente provocación de “la cuestión de confianza” y el posible adelanto electoral. Si operadores políticos como Zeballos siguen actuando de la manera como lo hacen, los partidos en el Congreso serán empujados a la confrontación de poderes, y allí sí que habrá perdedores y ganadores.
En un escenario de adelanto electoral, el Perú estará listo para un escenario entre una fuerza a lo Trump y otra fórmula del antisistema. Allí los liberales se verán obligados a agruparse bajo el candidato que anuncie el fin de todas las políticas de género y hasta una ley de propiedad cruzada de medios de comunicación, a semejanza de las democracias en Estados Unidos y el Reino Unido. Y también perderá el presidente Vizcarra, porque en un escenario de adelanto electoral no habría manera de que permanezca en el poder, y la posibilidad de desarrollar un gobierno interesante hacia el 2021 se esfumará. Por todas estas consideraciones, ¿qué hace Vicente Zeballos en el Gabinete?
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