La comisión de Constitución del Congreso de la R...
En Ecuador hay autoritarismo; sin embargo, existe sentido común en la economía.
En este portal deslindamos con todos los regímenes autoritarios que avasallan las libertades democráticas, como el de Rafael Correa en Ecuador, que amordaza a la prensa y somete a los otros poderes del estado. No obstante, debemos reconocer que Correa maneja la economía con sentido común y por eso promueve la explotación de los recursos naturales de su país para financiar el desarrollo económico. En esa línea, ha confrontado a los antimineros ecuatorianos y los ha derrotado apelando a una lógica contundente, con la que desbarató uno por uno los argumentos de los extremistas, ganando así la batalla política y el apoyo del pueblo a la minería.
El video que mostramos hoy muestra cómo Correa desmenuza y echa por tierra las ideas que sostienen el discurso antiminero, en una lección de liderazgo político que nuestro presidente Ollanta Humala debería analizar y emular. Por cierto, los contrastes con la realidad peruana son evidentes:
TRANSCRIPCIÓN DEL DISCURSO
Hay un río cerca al proyecto minero, no recuerdo el nombre en este momento. ¿Sabe cuánta agua del río va a utilizar el proyecto minero? El 1%, porque se saca el agua y se la recicla. Esa es la minería moderna.
Nos están engañando. Si no quieren minería moderna, díganle eso al país. Preséntense a las elecciones, ojalá que ganen, cierren todas las minas, cierran la cerámica de Cuenca, dejan de importar hierro y todo lo demás que viene de la minería porque no pueden ser inconsecuentes si decimos no a la minería. Y regresamos así a la Edad de Piedra y entonces las casas van a ser como las de los Picapiedra, y los automóviles también como los de los Picapiedra, porque NO SE PUEDE CONCEBIR LA VIDA MODERNA SIN MINERÍA.
Son los absurdos con los que uno tiene que luchar contra gente que no quiere el progreso sino atender a su fundamentalismo mental. Pero lo peor es que nos mienten, se miente. Aclaramos eso, fuimos al lugar de la laguna, fuimos con periodistas, les confirmamos que allí no es el proyecto minero, y siguieron diciendo que se va a dañar la laguna, ¡y siguen diciéndolo, y siguen mintiendo, qué barbaridad!. ¿Y saben qué es lo peor? Que ya todos saben que allí hay oro y vamos a tener otro Nambíja y ahí sí se va a destruir el medio ambiente.
Así que hay que ser inteligentes, ecuatorianos. Aquí créanme que lo que dicen todos los días ciertos opositores es un atentado contra la lógica. Aver, el otro día escuche a una persona decir que -pese a eso la sigo considerando inteligente- toda mina contamina, frase profunda, célebre, de Alberto Acosta. Bueno, completemos el razonamiento que está implícito. Hagamos un sinlogismo aristotélico, dos premisas y una conclusión. El razonamiento: primera premisa es toda mina contamina; segunda premisa es, supongo: estamos en contra de la contaminación. Conclusión: no a la minería. ¿Nos quieren hacer aparecer eso como lógico, verdad? Bueno, pues. Sigamos el mismo razonamiento en otro caso: todo carro contamina ¿es verdad o es mentira?. Entonces, primera premisa, todo carro contamina; segunda premisa, estamos en contra de la contaminación. Conclusión, eliminemos los carros. ¡Es absurdo! ¿Por qué? Porque nos están engañando, está mal planteado el razonamiento.
Entonces, primera premisa, toda mina contamina, como toda actividad humana contamina, toda actividad humana tiene impacto en el medio ambiente, como este coliseo tuvo impacto en el medio ambiente ¿o no? Un carro tiene impacto en el medio ambiente, ¿o no? El ganado, la ganadería, tiene impacto en el medio ambiente, ¿o no?. Entonces estamos de acuerdo, toda mina contamina. Pero ¿dónde está la trampa? En la segunda premisa. Estamos en contra de la contaminación, claro, pero se necesitan las minas, esto es lo que faltó. Entonces, primera premisa la mina contamina, segunda premisa estamos en contra de la contaminación pero se necesita la minería. Y la conclusión ahí sí cabe. ¿Cuál es la conclusión lógica de este razonamiento? Es sí a la minería, pero con responsabilidad ambiental. Eso es precisamente lo que está haciendo el gobierno, compañeros; no nos dejemos engañar.
En los vehículos, estamos en contra de la contaminación, pero se necesitan los vehículos. Conclusión: tratemos de tener vehículos lo menos contaminadores posibles. Ese es el razonamiento lógico, inteligente, es lo que está haciendo el gobierno. La reforma tributaria es para financiar una mejora sustancial de las gasolinas, para que contaminen menos, que envenenen menos, pero eso nos cuesta 200 millones de dólares anuales. Por eso, en parte, la reforma tributaria, y por eso hemos llamado a esos impuestos los “impuestos verdes”, porque son para mejorar el medio ambiente. Entonces, seamos inteligentes, responsables para argumentar, porque estamos hablando del futuro del país. Si tienen la razón, entonces ¿por qué tienen que engañar. ¡Que el proyecto va a dañar la laguna de Quimsacocha! ¡Mentira! Yo estuve ahí, estuvo mucha gente, estuvo el alcalde de Cuenca, estuvo el gobernador. Están mintiendo. Pero qué duro es este país. No solo la falta de amor a la verdad, sino también la falta de razonamiento lógico: toda mina contamina, cero minas, volvamos a la edad de los Picapiedra.
¿Saben? Yo soy profesor de Economía Ambiental y siempre empezaba el curso preguntando a mis alumnos ¿cuál es el nivel óptimo de contaminación ambiental? Rodos decían ¡cero!, porque todos estamos contra la contaminación, todos tenemos buen corazón. Pero, bueno, si queremos cero de contaminación tenemos que volver a la edad de las cavernas y vamos a tener un aire más limpio, pero los niños se nos van a morir a los seis años, la esperanza de vida va a retroceder a los 18 años ¿si me explico? Son costos que implica el progreso, el futuro, y lo que hay que tratar es de minimizar esos ineludibles costos.
Elevemos el nivel del debate. No nos dejemos engañar por los demagogos, por los charlatanes, por la gente que por fijaciones no quieren minería. Vamos a su casa y vamos a ver si no tienen tenedores, cuchillos, lentes, si no tienen relojes, sino no cogen el ascensor, el bus, el taxi. Y si lo hacen son unos inconsecuentes. ¿Cómo pueden decirle no a la minería?
Sí a la minería con total responsabilidad ambiental y social. Y pueblo ecuatoriano, pueblo ashuar, pueblo cuencano, tengan la certeza que eso es lo que está haciendo el gobierno de la revolución ciudadana. Es que esto atenta contra cualquier lógica ¿Ustedes saben de dónde es el viceministro de Minas? Casualmente, es de Cuenca. O sea, ¿es tan mal cuencano que quiere envenenar las aguas de su ciudad natal? ¡A quién se le puede ocurrir! Por favor NO POLITICEMOS TEMAS QUE SON TÉCNICOS Y FUNDAMENTALES PARA EL DESARROLLO. Y el primero que lo trata de politizar es este demagogo prefecto de Azuay, porque ya se distanció del gobierno. Está preparando su campañita porque creo que quiere ser candidato presidencial. Que vaya de candidato presidencial, me encantaría. ¡El primero”. Pero ustedes sí saben que hasta inicios de este año nos estaba proponiendo crear la empresa minera provincial porque lo que le interesaba era el billete de la minería. Y ahora, como se distanció del gobierno, bloquea un año para ver si llega a la presidencia y ahí sí desarrolla el proyecto minero. ¡Cuánta demagogia!
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