En el Perú las leyes que no se reglamentan pierden vige...
El próximo 9 de diciembre habrá segunda vuelta electoral en la región Cusco. Disputan la gobernación regional el economista Jean Paul Benavente, de Acción Popular (AP), quien obtuvo en la primera vuelta el 14.89% de los votos válidos, y el médico Luis Wilson, de Restauración Nacional (RN), que sumó 14.76% de los votos válidos. En las elecciones regionales de octubre pasado, quedaron atrás el Frente Amplio (FA, con 9.88%), Democracia Directa (DD, 10.62%) y otros movimientos de los sectores de izquierda.
La importancia de estos resultados radica en la poca probabilidad de interferencia de las autoridades en el desarrollo de las actividades mineras en la región. El aporte del canon minero no puede detenerse por absurdos e inconsistentes relatos desarrollados por el ambientalismo ideológico en contra del cobre. El canon ha hecho que el presupuesto destinado a la municipalidad provincial de Chumbivilcas se incremente en cinco veces este año con respecto al año pasado. Esa es una buena noticia no solo para Cusco, sino para todo el país: las provincias se están transformando. El desempleo, la informalidad y la pobreza están retrocediendo. ¡Cómo no alegrarnos frente a tan importante noticia!
La mina Constancia es la principal protagonista del tremendo crecimiento económico en Cusco, con una estrategia empresarial vinculada a mejorar el nivel de vida de los lugares donde la minera realiza sus operaciones. Desde un inicio la canadiense Hudbay organizó, en coordinación con las comunidades campesinas y autoridades locales, programas vinculados a la educación, salud, cuidados del medio ambiente y actividades económicas de los pobladores. Hudbay ha decidido a ser un buen vecino.
No obstante los inconvenientes en la etapa de exploración y construcción, organizados por piquetes de antimineros con el fin de impedir el desarrollo de la mina Constancia, desde un primer momento —y por propia decisión— Hudbay firmó convenios con las comunidades campesinas de Chilloroya y Uchuccarcco, ubicadas dentro de la llamada “área de influencia directa”. En Chilloroya, S/ 53 millones sirvieron para ejecutar proyectos relacionados con la salud, educación y desarrollo productivo. Asimismo, se donó a la comunidad maquinaria y equipos agrícolas por un valor de S/ 7 millones.
Sin embargo, aún cuando el avance social y económico es trascendental, en Chumbivilcas y los distritos de Velille, Livitaca y Chamaca el movimiento antiminero, asesorado por distintas ONG de izquierda —casi todas financiadas desde el exterior— se han propuesto detener la producción de cobre. El círculo del ambientalismo ideológico organiza constantemente toda clase de eventos para unificar —según ellos— el lenguaje y la perspectiva antiminera. Organizan, por ejemplo, encuentros de profesionales vinculados a los medios de comunicación provincianos para “adoctrinarlos” en la manera como deben enfocar la narrativa antiminera.
Y así como Walter Aduviri (reciente elegido gobernador de Puno) insiste en extraer el litio de Puno por intermedio de la minería artesanal, se intenta hacer lo mismo en Chumbivilcas. La izquierda radical está organizando “federaciones de mineros informales” para crear conflictos con la gran minería moderna y responsable. Estos mineros informales están intentando ocupar terrenos concesionados a la mina, con el cuento de laborales artesanales. Con el paso del tiempo, esa informalidad establecida reclamará derechos que no le corresponde.
Como en otras regiones, en donde habrá segunda vuelta electoral, en Cusco los candidatos han evitado pronunciarse sobre las actividades mineras. No obstante, la región no estará controlada por la antiminería militante; pero en los distritos la situación podría ser distinta: en la provincia de Chumbivilcas, el FA ganó la alcaldía con el 35.55% de los votos válidos. En el distrito de Chamaca, el Movimiento Regional Tawantinsuyo, con el 30.93%; en el distrito de Velille, el MT con el 39.05%; y en el distrito de Livitaca, el FA con el 38.07%.
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