Y, ¿la flexibilidad laboral para cuándo?

¿Cuáles deberían ser las consecuencias políticas de la pasada censura a Betssy Chávez, ex ministra de Trabajo y Promoción del Empleo (MTPE)? Finalmente, la señora Chávez representaba un claro programa en el sector: la llamada “Agenda 19” que, a nuestro entender, buscaba colectivizar las relaciones laborales y asfixiar al sector privado. El objetivo principal de la mencionada Agenda pasaba por impulsar un nuevo Código de Trabajo en el que se estableciera la estabilidad laboral absoluta y la creación de un sistema de derechos declarativos que, en la práctica, iniciaba la estatización del sector privado.

Si hay dudas al respecto, vale recordar que incluso la Organización Internacional del Trabajo (OIT) criticó la unilateralidad del MTPE en la derogación de la tercerización laboral y el aumento de la remuneración mínima vital, sin consultar con el Consejo Nacional del Trabajo. En otras palabras, sin lograr el diálogo entre el Estado, los trabajadores y las empresas.

No hay duda entonces de que, así como los anuncios de la asamblea constituyente y las nacionalizaciones destruían las posibilidades de crecimiento del sector privado, igualmente la Agenda 19 era otro de los misiles nucleares en contra de las posibilidades de nuevas inversiones. Por todas estas consideraciones, se debería reflexionar sobre las consecuencias de la censura política que comentamos.

Creemos que una consecuencia debería ser avanzar en el terreno laboral en sentido absolutamente contrario al propuesto por el MTPE. Es decir, en vez de un programa laboral antiempresarial, comenzar a entender que el sector privado sigue aportando el 80% de los ingresos del Estado y continúa proveyendo el 80% del empleo nacional. En otras palabras, dejar de considerar al empresario como el enemigo del trabajo y reconocer su papel heroico en la creación de empleo.

Los países que han logrado empleo de calidad y han convertido a los trabajadores en dueños de su futuro, son aquellos en que la legislación laboral es proempresa. ¿A qué nos referimos? En estos países se busca que el empleo, el trabajo, esté ligado a la productividad empresarial para que se multipliquen las inversiones al infinito y se establezca una oferta de empleos igualmente extensa. Semejante objetivo demanda una condición: la plena flexibilidad laboral.

De acuerdo a todas las estadísticas mundiales, Hong Kong, Singapur y Nueva Zelanda son las sociedades con mayor flexibilidad laboral y solo tienen 3% de desempleo. Otros países, como Australia y Estados Unidos, también cuentan con sistemas laborales muy flexibles y tienen desempleos entre 4% y 5%. Como todos sabemos, los extranjeros que migran suelen buscar a los países con mayor flexibilidad laboral.

En el Perú, la flexibilidad laboral no es una novedad. Cuando estaba en vigencia la Ley de Promoción Agraria (Ley N° 27360), que permitía contratar trabajadores de acuerdo a las actividades estacionales del sector (siembra, mantenimiento y cosecha), las grandes empresas agroexportadoras solían contratar entre 10,000 y 25,000 trabajadores por campaña, con todos los derechos sociales reconocidos por ley. 

El boom laboral fue tan evidente que en Ica, una región agroexportadora por excelencia, se llegó al pleno empleo y la pobreza descendió debajo del 10% de la población. Igualmente, en la mayoría de las regiones agroexportadoras la pobreza bajó por debajo de la media nacional.

Por otro lado, el extenso mundo de los mercados populares y los empresarios emergentes exige y demanda flexibilidad laboral para formalizar el empleo y multiplicar inversiones.

¿Por qué entonces no se inicia en el Congreso una reforma laboral que busque establecer la flexibilidad laboral? Asimismo, ¿por qué no se restablece la vigencia de la Ley de Promoción Agraria –absurdamente derogada–, una de las mejores normas económicas de nuestra historia, que explica el milagro agroexportador que sorprende al mundo?

En cualquier caso, no se puede enfrentar la asamblea constituyente ni el proyecto colectivista sin tener una visión alternativa para el mundo laboral.