Tía María: un proyecto minero imprescindible para el país

El mundo está cambiando irreversiblemente. Los problemas generados por el calentamiento global y el cambio climático deben resolverse inmediata y radicalmente. Uno de los elementos esenciales para la solución de esos problemas es la transición de energías no renovables a renovables. En algunos países de Europa ya más del 60% del parque automotor es eléctrico. Y en el proceso de renovación de energía el cobre y el litio tendrán un rol principal. En este contexto, el sur del Perú se ha convertido en una zona clave para el mundo, pues ahí se encuentran las mayores reservas mundiales de ambos minerales. 

En su visita a Chile, José Gonzales, analista financiero de Wall Street y CNN, sostuvo que tarde o temprano los proyectos mineros del sur peruano saldrán adelante. Especialmente Tía María, porque la alta demanda del mundo por el metal rojo generará presión por mayores cantidades de producción. “Es más fácil resolver conflictos sociales que encontrar cobre en otra parte del mundo”, afirmó Gonzales durante su participación en una conferencia académica en la Universidad Católica San Pablo. Y según el estudio "Cambios en la demanda de minerales", elaborado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), entre 2020 y 2030 la demanda mundial de cobre se incrementará de 26.9 millones de toneladas métricas (TMC) a 33.5 millones de TMC.

Con una inversión de US $2,000 millones, el proyecto minero Tía María –ubicado en La Joya– está destinado a convertirse en uno de los principales motores de la economía arequipeña. Tía María producirá cerca de 120,000 toneladas métricas de cobre (TMC) anuales y aportará al país más de S/ 300 millones en canon y regalías. Además generará 9,000 empleos en su zona de influencia. El proyecto minero cuenta ya con todas las autorizaciones del Estado, incluso con la llamada “licencia social”.

Sin embargo, el contexto político parece completamente opuesto al desarrollo de este ya antiguo proyecto minero. Es conocida la abierta actitud contra la gran minería del Gobierno de Pedro Castillo y Perú Libre, que incluso ha llegado al extremo de cerrar ilegalmente operaciones mineras que estaban en pleno funcionamiento. A eso se debe sumar ahora la reciente elección como alcalde provincial de Islay de Richard Hitler Ale Cruz, un agitador antiminero con una muy larga trayectoria. En 2015, Ale Cruz estuvo al frente de las violentas manifestaciones contra el proyecto minero Tía María, y por eso, junto a otros dirigentes, fue acusado por la Fiscalía por asociación ilícita para delinquir, disturbios y extorsión en agravio del Estado. 

Uno de los argumentos de los radicales que se oponen a Tía María es que el proyecto le quitaría el agua a la agricultura de la región. Esa es una total mentira, pues la empresa concesionaria –Southern Peru– inicialmente propuso que el agua para las operaciones de Tía María provendría del mar, y para ello construiría una planta de desalinización, que representaba una inversión de US$ 100 millones. Pero incluso esa propuesta ha sido mejorada por Southern Peru, que ahora propone la construcción de la represa de Paltiture, con una inversión aún mayor. Si bien la planta de desalinización proveería de agua potable tanto al proyecto como a las comunidades vecinas, la represa de Paltiture –un viejo y esperado proyecto hidráulico– significará una mucho mayor contribución incluso para la agricultura regional.

“La represa tendrá una capacidad de almacenamientos de 73 millones de metros cúbicos, de los cuales la compañía usará menos de 10 millones de metros cúbicos. Los 63 millones remanentes serán para el uso de la comunidad… la compañía considera que aumentando el suministro de agua generará beneficios más palpables para las comunidades locales”, explicó Southern Perú en el comunicado en el que hizo pública esta propuesta. El texto concluye señalando que la empresa espera que el Gobierno peruano “continúe reconociendo el significativo progreso que el proyecto ha hecho en el frente social y las importantes contribuciones que Tía María generará a la economía del Perú y, consecuentemente, tome las medidas necesarias para proveer a la empresa el apoyo adecuado para iniciar la construcción”.