MTPE avanza con proyecto de colectivizar relaciones laborales

El Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo (MTPE), ante las dudas y demoras del Congreso en la derogación del decreto supremo que prohíbe la tercerización laboral –que pone en peligro 250,000 empleos directos y un millón de indirectos–, como se dice, va por más. Ahora estaría proponiendo modificar el sistema de negociaciones colectivas para lanzar una estocada letal en contra de la inversión privada.

El diario Gestión acaba de informar que tuvo acceso a un proyecto de decreto supremo del MTPE, en el que se plantea modificar el reglamento de negociaciones colectivas y se fomenta la sindicalización general y el simple acceso al derecho de huelga. El mencionado proyecto propone la sindicalización del personal de confianza del Estado, declarar la legalidad de las huelgas sin necesidad de acreditar negociación colectiva y sin autorización del MTPE, la libertad plena de los trabajadores –e, incluso de los practicantes– de sindicalizarse. 

Asimismo, ya no solo se propone la sindicalización por rama, sino por grupo empresarial; es decir, al margen de la actividad productiva, se formarían federaciones sindicales por conglomerados empresariales y los sindicatos podrán establecer el número de días de las licencias sindicales.

Como se aprecia, en el MTPE se considera que “los trabajadores crean la riqueza” –repitiendo los viejos asertos marxistas y comunistas– y que los empresarios “son explotadores, chupasangres de la riqueza del pueblo”. La ceguera ideológica ignora que el sector privado provee el 80% de los ingresos fiscales del Estado y también atiende el 80% del empleo nacional. En otras palabras, no existe la menor idea de la actual realidad nacional.

Si pasara el mencionado proyecto de decreto, simplemente se lanzaría una estocada final contra el modelo económico consagrado en la Constitución de 1993, que se basa en la inversión privada y la libertad de mercados. Recordemos que los anuncios de la constituyente y las nacionalizaciones han desplomado las posibilidades de crecimiento de la inversión privada y el proceso de reducción de la pobreza. ¿Qué va a suceder si se establece que los sindicatos, las federaciones y las negociaciones colectivas pueden variar los costos de una empresa, al margen de la productividad de la economía?

Ante la velada estatización del sector privado, se desatará una ola de quiebras de las empresas. Y las que continúen se refugiarán en la informalidad, tal como sucede con más del 80% de micros, pequeñas y medianas empresas, que proveen alrededor del 85% del empleo en los mercados populares del país, mediante diversas formas de informalidad.

La falta de entendimiento en la oposición democrática del papel que juega la economía de mercado y la defensa de la inversión privada en la lucha en contra de la asamblea constituyente, no permite desarrollar una defensa eficiente del sistema de libertades políticas y económicas en el Perú. Si bien el Ejecutivo y las corrientes comunistas han sido detenidos –al menos por ahora– en su objetivo de instalar una asamblea constituyente, es incuestionable que han logrado detener el crecimiento de la inversión privada, vital para seguir reduciendo la pobreza.

Al respecto vale precisar que la izquierda comunista no solo ha desatado un frenazo económico con sus anuncios de la constituyente y las nacionalizaciones, sino que sus propuestas sobre reforma laboral y el empoderamiento de las minorías radicales en las zonas mineras, han abonado al retroceso de la inversión privada.

En este contexto, la mayoría del Congreso, que logró archivar el proyecto de la constituyente del Ejecutivo, no tiene una idea clara sobre cómo defender el modelo económico y detener la propuesta de colectivizar las relaciones laborales. Se posterga para las calendas griegas la derogatoria de la ley que prohíbe la tercerización, no se restablece la vigencia de la Ley de Promoción Agraria –que establece la flexibilidad laboral– y no se atreve a plantear una propuesta de reforma laboral.