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El proyecto hídrico Majes Siguas II, ubicado en Arequipa, se encuentra en medio de una polémica entre la Concesionaria Angostura Siguas (Cobra) y el Gobierno Regional de Arequipa (GRA), representado por la Autoridad Autónoma de Majes (Autodema). Las partes se han acusado mutuamente de incumplimientos en el proyecto, lo que podría llevar a un proceso de arbitraje internacional. Esto ha generado preocupaciones sobre una posible paralización prolongada del proyecto.
Los consejeros regionales sugieren que el GRA se prepare para enfrentar un proceso de arbitraje inminente. Temen que Cobra presente una medida cautelar que detenga el proyecto durante un largo período. La medida cautelar no solo evitaría retrasos en el proyecto, sino que también abriría la posibilidad de considerar alternativas como administración directa, nueva concesión o modalidades gubernamentales una vez finalizada la liquidación.
El Consejo Regional de Arequipa (CRA) creó una Comisión Investigadora para fiscalizar lo referente a las adendas 12 y 13 del proyecto, y las controversias entre la empresa concesionaria y el GRA. El presidente de dicha Comisión, Fernando Cornejo, cree que la decisión final recaerá en un centro de arbitraje internacional que resolverá las disputas. El GRA ha presentado seis imputaciones contra Cobra, y la respuesta de la empresa española debe presentarse antes del 31 de agosto, lo que será determinante para el futuro del megaproyecto y su posible ingreso a un arbitraje internacional.
Majes Siguas II es una propuesta de envergadura que aspira a una gestión óptima de las aguas del río Siguas. Su objetivo es doble: primero, abrir tierras fértiles para la agricultura y, segundo, generar energía hidroeléctrica. En esencia, este proyecto se presenta como una oportunidad trascendental para ampliar la actividad agrícola en Arequipa y el sur de Perú. Su impacto sería la creación de aproximadamente 40,000 hectáreas adicionales de terrenos cultivables, distribuidas en parcelas de más de 200 hectáreas cada una. Esta disposición no solo fomenta la inversión, sino también la incorporación de tecnologías avanzadas, impulsando así el crecimiento de cadenas agroexportadoras que podrían inyectar vitalidad a la economía regional.
Las proyecciones de inversión para la ejecución son de US$ 654 millones, con un impacto estimado en el valor agregado de la economía de alrededor de S/ 4,300 millones a largo plazo. En el periodo de construcción, el efecto económico predominante se originará en la propia actividad constructiva (43%), seguido por los servicios (28%), la manufactura (14%), el comercio (7%) y otras actividades complementarias (7%). Además, se calcula que la etapa de construcción generará aproximadamente 83,000 empleos, compuestos por 48,000 puestos directos y 35,000 puestos indirectos.
En lo que respecta al ámbito laboral, el Majes Siguas II podría generar oportunidades para más de 80,000 trabajadores especializados en la producción de frutas y hortalizas de alta calidad. Sin embargo, su influencia no se limita al empleo, ya que también podría desencadenar un incremento de 400,000 personas a la población de la región, que actualmente se estima en alrededor de 1.16 millones de habitantes. La potencial formación de esta comunidad emergente conlleva no solo consecuencias demográficas, sino también repercusiones económicas y sociales. Asimismo, podría establecerse como un destacado núcleo urbano en Arequipa, una ciudad que se caracterizaría por su modernidad y prosperidad, sustentadas en trabajos bien remunerados y de alta calidad.
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