David Auris Villegas
Autodivulgación académica y marca personal
La importancia de la “huella digital”

Al leer mi columna de la semana anterior, un colega se me acercó compungido y me confesó que al goglearse, apenas aparecía su nombre en algunas páginas y no más de cuatro imágenes institucionales, a pesar de haber publicado artículos en prestigiosas revistas académicas. Además, investiga en grupo, asesora tesis doctorales y, por si fuera poco, comparte sus artículos en archivos digitales en todos los grupos académicos a los que pertenece. Sin embargo, —me dijo resignado—, Google no se entera.
Esta dramática escena grafica un problema que afecta a muchos investigadores: producen conocimientos valiosos, pero no son conocidos. Como resultado, pierden oportunidades de ser invitados a conferencias o participar en colaboraciones internacionales. Sin presencia digital se esfuman las posibilidades de desarrollo profesional, porque en el mundo actual si no apareces en Google, sencillamente no existes. Por eso, es fundamental aprender a autodivulgar nuestra producción académica
La autodivulgación académica es el arte de compartir nuestros aportes de manera impactante al público digital, dicen los expertos en gestión de marcas personales. Su finalidad es posicionar al académico y generar nuevas oportunidades laborales, colaborativas y de financiamiento. Pues aparecer en Google ya no es un lujo, es parte del currículo y tarjeta de presentación, de lo contrario de poco valdrán tus tantos grados académicos y cuantiosas publicaciones académicas.
En la era digital tienes la posibilidad de transformar tus artículos en podcasts y, en pocos minutos, comunicar lo más relevante de tu investigación. Acompaña ese audio con tu imagen y el enlace de tu artículo, y publícalo en tus redes sociales. También puedes crear infografías que resuman tu trabajo de forma visual y atractiva, incluyendo siempre el enlace correspondiente y compartiéndolas en tus plataformas digitales. Todo debe estar redactado en un lenguaje sencillo, que pueda ser comprendido por cualquier persona en el mundo. En todas estas publicaciones recuerda incluir tu nombre completo, tu imagen y el enlace de tu ORCID.
No compartas tus artículos solo por WhatsApp. Puede que algunos amigos los lean, los citen e incluso los comenten desde su celular o computadora, pero el problema es que estos archivos digitales se leen en privado y Google nunca se entera. Lo que realmente importa es que Google sepa que tu artículo está siendo leído y compartido, y eso solo ocurre cuando distribuyes el enlace de tu publicación.
La autodivulgación te permite crear una huella digital que fortalece tu posicionamiento académico y consolida tu marca personal.
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