El mercantilismo de la leche: ¡enemigo de los consumidores!

El mercantilismo podría definirse como la legislación que se formula para favorecer a una coalición empresarial en contra de los intereses de los consumidores. Para que se presente la legislación mercantilista tiene que existir un grupo de empresarios con buenos contactos en el Gobierno de turno y que logre hacer pasar una legislación en contra de los consumidores.

Cuando una economía de mercado está consolidada institucionalmente y el Gobierno se rige por la constitución, las leyes y el respeto a los contratos, los consumidores son los soberanos de la economía. Las inversiones, los contratos y los mercados avanzan, siempre y cuando beneficien en mayor medida a los consumidores. ¿A qué vienen estas reflexiones que pueden sonar abstractas?

El Gobierno de Pedro Castillo no solo ha propuesto instalar una constituyente, nacionalizar los recursos naturales, y ha promulgado decretos laborales que buscan colectivizar las relaciones laborales, sino que también ha promulgado una norma que es un monumento al mercantilismo: el Decreto Supremo 004- 2022 del Ministerio de Desarrollo Agrario (Midagri), que prohíbe el uso de la leche en polvo en la elaboración de leche evaporada, y que ha comenzado a regir desde el pasado 4 de octubre.

Una de las preguntas que, inmediatamente, surge para analizar el mencionado decreto es si tiene alguna justificación técnica o busca algún beneficio para los consumidores. La leche en polvo es leche sin agua, es decir, es leche deshidratada. Sin embargo, apenas se le agrega agua recupera todas las vitaminas, grasas y nutrientes que goza la leche fresca.

¿Cuál es entonces el objetivo del decreto que restringe el uso de la leche en polvo? Para responder a esta pregunta vale mencionar que la producción nacional de leche fresca atiende el 70% de la demanda en el país, mientras que el 30% restante se provee mediante importación. Aquí un detalle muy relevante: del total de la producción nacional de leche fresca, el 50% es comprado por las micro, pequeñas y medianas productoras de lácteos en Cajamarca, Huancayo, Puno, Cusco y otras regiones. El 50% restante es adquirido por las empresas Gloria, Laive y Nestlé.

¿Cuál será el efecto inevitable de restringir el uso de leche en la elaboración de leche evaporada? Incuestionablemente la leche evaporada se elevará de precios y los costos de producción de la industria láctea –ya sea la grande, la mediana o la pequeña– se incrementarán. Si bien ahora no se siente el efecto de la norma en los precios de la leche evaporada es porque existe un stock previo de producción. En los próximos meses se notará la subida del tarro de leche y se afectará, principalmente, a las madres gestantes y los niños más pobres.

La restricción del uso de la leche en polvo, pues, afecta principalmente a los consumidores en general y beneficia a un pequeño grupo de ganaderos. De otro lado, si existe alguna duda sobre a qué sector pretende beneficiar la mencionada norma, vale señalar que el DS 004-2022 suspende los controles microbiológicos de la leche fresca hasta el 2026.

Si en el país, según las propias cifras del Midagri existen 5,600 plantas de producción de lácteos, de las cuales apenas 660 están formalizadas, ¿cuáles serán las consecuencias de la suspensión de los controles microbiológicos? Es evidente que la producción de leche fresca podría afectarse por bacterias, tales como Escherichia, Klebsiella, Enterobacter, Citrobacter, entre otras, que suelen generarse en la producción. Dichas bacterias desatan graves infecciones, sobre todo en los niños más pobres.

Desde cualquier punto de vista es evidente que la mencionada norma beneficia a un sector y afecta a todos los consumidores. Incluso para beneficiar a una coalición de ganaderos se ha ido en contra de los principios establecidos en la Constitución y los 22 tratados de libre comercio que establecen que no se pueden discriminar un producto internacional para favorecer a uno nacional.