El MEF prioriza elecciones regionales. ¡No importa la economía!

Ya estamos de regreso en los años ochenta en que la disciplina fiscal era un asunto secundario de acuerdo a las heterodoxias económicas que convirtieron a América Latina en uno de los continentes más pobres del planeta. ¿Por qué tanta alarma? El ministro de Economía, Pedro Francke, quien parecía la voz sensata en el Gabinete, ha decidido romper las reglas fiscales con el objeto de enfrentar las próximas elecciones regionales.

Mediante decretos de urgencia (DU) se autorizan dos decretos suplementarios (cada uno de S/ 2,900 millones) a cuenta de futuros ingresos. Con respecto a los dos decretos de urgencia, el Consejo Fiscal se ha pronunciado señalando que los créditos suplementarios –es decir los incrementos de gasto– deben realizarse “como establece el artículo 80 de la Constitución Política”. Es decir, a través de proyectos de ley que aprueba el Congreso.

¿Cuál es la urgencia de estos gastos? El propio Consejo Fiscal señala que luego de 9 días de publicado el primer decreto de urgencia solo se habían autorizados desembolsos por “menos del 30% de lo incorporado en dicho DU (S/ 860 millones).

Para entender cuál es la naturaleza de los dos decretos de urgencia vale señalar que, en el 2020, debido a los cierres de la pandemia y el descalabro de la economía, el déficit fiscal llegó al 10% del PBI. Para el 2021 se calculaba alrededor de 4.7%. Sin embargo, el incremento de la recaudación por el precio alto de los minerales llevó al ministro Francke a sostener que el déficit sería menor. No obstante, luego de los dos decretos de urgencia mencionados, el déficit podría sobrepasar los pronósticos.

De otro lado, el Ejecutivo acaba de informar que se han emitido bonos por US$ 4,000 millones. Es decir, la deuda pública que llega al 37% del PBI sigue aumentando y todo indica que terminaremos con una deuda del orden del 40% del PBI.

Endeudarse y gastar más no son medidas malas para una economía cuando están orientadas a inversiones públicas (infraestructuras en general) que incrementan la productividad de la economía. Finalmente, el aumento de los factores de producción de una economía termina pagando cualquier gasto.

Sin embargo, cuando el incremento presupuestal solo está orientado a gastos corrientes, a programas sociales y a bonos, entonces, solo se está buscando que la gente se ilusione por semanas o meses. Es decir, se busca la popularidad fácil que ha hundido a las economías latinoamericanas. En este caso se busca apoyo popular para las próximas elecciones regionales.

Si las cosas se enrumban por allí, entonces todos los caminos conducen a la constituyente, todo está orientado a la popularidad fácil a costa del futuro de todos los peruanos.

En cualquier caso, no se puede aumentar ni manejar el presupuesto a punta de decretos de urgencia. El Congreso tiene la palabra.