El conflicto social en torno a Las Bambas

El conflicto social en torno a la mina Las Bambas (ubicada en la provincia Grau, en la región de Apurímac), se ha convertido en uno de los temas más importantes dentro de la siempre accidentada coyuntura nacional. La razón reciente evidente: el conflicto –originado por la invasión de personas de Fuerabamba a los terrenos de la mina– ha detenido la producción de Las Bambas, una de las más grandes minas de cobre del mundo, lo que significa pérdidas económicas de S/ 1.2 millones diarios para la región Apurímac (por concepto de regalías) y de más de S/ 4 millones diarios para el Perú.

Resumamos los sucesos ocurridos. El 14 de abril de este año unas 130 personas de la comunidad de Fuerabamba (del distrito de Challhuahuacho, en la provincia de Cotabambas), invadieron los terrenos de Las Bambas, alegando un supuesto incumplimiento de compromisos. La invasión provocó la detención inmediata de las operaciones de la mina, para salvaguardar la salud y la integridad de sus trabajadores y de los comuneros. Desde ese día, tanto la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM) como el Ministerio de Energía y Minas (Minem) y la propia empresa minera han invitado a la comunidad de Fuerabamba a una revisión detallada del cumplimiento de los compromisos asumidos por la empresa con la comunidad. Lamentablemente no ha habido respuestas a esas invitaciones. La última convocatoria fue formulada por la PCM para el 20 de abril.

¿Y cuáles son esos compromisos? Desde el año 2010, la empresa ha asumido 264 compromisos de inversión social con Fuerabamba, de los cuales 143 han sido cumplidos, 66 se encuentran en ejecución (se renuevan todos los años) y 55 están programados para ser ejecutados en los próximos años. Se trata de proyectos de índole agropecuaria, de desarrollo de capacidades, de infraestructura comunal, de empleo local, de emprendimiento, de educación, de reposición de tierras y de salud. Las inversiones de Las Bambas en Fuerabamba suman S/ 3,416 millones. Y solo por concepto de compensación por reasentamiento, cada uno de los 500 comuneros reasentados ha recibido S/ 1.18 millones, en promedio. 

Este último punto merece ser ampliado. La empresa minera ha invertido S/ 2,337 millones en la construcción de Nueva Fuerabamba, un nuevo centro poblado, conformado por 441 viviendas y 21 edificios no residenciales, para servicios de salud, educación, etc. Y además de eso ha invertido S/ 615 millones en compensaciones por reasentamiento para cada uno de los comuneros reasentados.

Si hay tanto dinero invertido y tantos beneficios para los fuerabambinos, ¿de dónde ha salido el actual conflicto? A inicios de febrero Las Bambas presentó el cronograma de actividades para el año 2022. El día 21 de ese mes la comunidad hizo una contrapropuesta, y poco después plantearon una reunión para el día 16 de marzo, en la que se negaron se negaron a establecer un cronograma de mesas de trabajo y presentaron nuevas exigencias, como “permiso laboral permanente (365 días), para los directivos de Fuerabamba que trabajan en Las Bambas” y 180 hectáreas de terreno, que pretenden que sean entregadas en dinero (al equivalente del costo actual por metro cuadrado en Majes). El 18 de marzo Fuerabamba envió una carta a la PCM acusando el “incumplimientos de Las Bambas”, en la que además decían que no se “harían responsables de los actos y acciones” que emprenderán en defensa de sus intereses. Desde ahí el resto de la historia ya es conocido: las numerosas convocatorias del Minem y la PCM al diálogo, que no fueron atendidas por los comuneros, y la toma de la mina el 14 de abril.

A todo ello se suman otros conflictos; como los numerosos bloqueos de las carreteras, que han obligado a detener la producción de Las Bambas en un total acumulado de más de 400 días. Y esos bloqueos se han producido a cientos de kilómetros del área de influencia de la mina, incluso en otra región, no en Apurímac: en Chumbivilcas y Espinar, ambas localidades ubicadas en la región Cusco.

Cabe resaltar la importancia que Las Bambas tiene para la economía de Apurímac. En enero del 2022, el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) transfirió S/ 143 millones a la región como adelanto de canon minero de Las Bambas por el ejercicio fiscal 2021, y queda pendiente la transferencia del saldo final para el mes de junio, conforme el calendario de transferencias. Se benefician con las regalías y el canon minero de Las Bambas el Gobierno Regional de Apurímac, las 84 municipalidades de la región, y las dos universidades públicas de la región (que funcionan en Abancay y Andahuaylas).

El inicio de las operaciones de la mina, en 2016 incrementó el PBI de Apurímac en 141%. Actualmente, la región se ubica entre las ocho con PBI per cápita más alto, con S/ 15,047; y entre las cuatro regiones con mayor presupuesto público per cápita, superando los S/ 5,000. Todo ello está en peligro por las desmedidas ambiciones de un pequeño grupo de dirigentes violentistas.