Una peruana decisiva en la Transición española

Una noticia entristeció ayer a los más conocidos y prestigiosos políticos peruanos y españoles: la muerte de doña Ana María Jiménez Vásquez de Velasco –a quien sus amigos llamaban Mona–, una periodista peruana que por más de 30 años radicó en España, y que durante la difícil Transición española (1975-1982) reunió en su casa a importantes políticos españoles de las más diversas tendencias, en tertulias que fueron denominadas “Las lentejas de Mona”.

Poca información hay sobre la vida de Ana María. Sabemos que a inicios de los años cincuenta era una joven periodista, locuaz y extrovertida; y que entonces su familia completa (su madre y sus seis hermanas) decidió trasladarse a España. Allí Mona laboró en distintos medios, a la vez que hacía amistad con importantes personalidades de la política y la cultura. “En los años setenta colaboraba con los diarios Arriba y Pueblo. Me encantaba ir a las tertulias y me di cuenta de que podía organizarlas en mi propia casa», recordó ella en el 2015, en una entrevista para el diario español ABC.

Así, con la colaboración de la escritora y periodista española Pilar Urbano organizó la primera de esas tertulias en su propia casa. Y como en ese lugar era imposible organizar un gran banquete, ofreció a sus invitados un almuerzo simple, con un guiso de lentejas como plato principal. “El primer día vinieron cuatro gatos. Pero rápidamente se convirtió en una cita obligada para Antonio Garrigues, Miguel Boyer, Javier Solana y Luis Solana”. Las reuniones resultaron un verdadero éxito, y se realizaban semanalmente, siempre acompañadas con sendos platos de lentejas para todos sus invitados. Y por eso comenzaron a ser llamadas “Las lentejas de Mona”.

“Por Las lentejas de Mona circularon personajes tan importantes para España como Adolfo Suárez, Aznar, el presidente del Senado español, el presidente del Consejo de Estado y muchos otros. Estos políticos, luego de cruzar las puertas del lugar, se tuteaban entre sí; y lo mismo hacían los jóvenes, la futura fuerza política española”, recuerda Fernando de Trazegnies. Y también destacados escritores; como el peruano Mario Vargas Llosa, un frecuente asistente a estas  tertulias.

Las Lentejas de Mona se mantuvieron en Madrid hasta mediados de los años ochenta. Hasta que Ana María decidió regresar a su patria, y trajo con ella la idea de las tertulias, que se siguieron realizando en Lima durante muchos años, pero con una dinámica distinta: un invitado especial exponía sobre un tema, y partir de esa exposición se iniciaba una conversación abierta, en la que todos podían intervenir. Fueron “invitados especiales” a esas reuniones los más destacados políticos e intelectuales peruanos. Por todo ello, Ana María Jiménez Vásquez de Velasco debe ser recordada como un ejemplo de espíritu democrático, cordialidad y apertura al diálogo.