Stranger things: aventura y ciencia ficción

La serie de televisión que revive lo mejor del cine de los ochenta

Desde hace algunos años las series de televisión —durante mucho tiempo relegadas casi como subproductos frente al cine— se han convertido en el fenómeno más interesante dentro de la cultura masiva y mediática. Este renacimiento empezó con las series producidas por los canales de televisión de paga (cable), y cobró impulso con los nuevos canales de streaming (especialmente Netflix). Y si bien las series más exitosas de la actualidad son aquellas que ya tiene varias temporadas en el aire (Games of thrones, The walking dead, House of cards), el más importante estreno de este año es Stranger things, escrita y dirigida por los hermanos Matt y Ross Duffer, una serie que combina —con acierto y eficacia— el terror, la ciencia ficción, las aventuras juveniles y el pastiche ochentero: Poltergeist, The Goonies, ET, Stand by me, y Firestarter son algunas de las películas de aquella década que se citan constantemente en esta serie.

La historia nos remite al pequeño pueblo norteamericano de Hawkins (Indiana) en los años ochenta. Ahí ante la misteriosa desaparición de Will (un niño de primaria), sus amigos y compañeros (tan nerds como él) de la única escuela del pueblo comienzan a buscarlo; pero más bien encuentran a una misteriosa niña (llamada “11”) con poderes mentales, a quien ocultan de su siniestro perseguidor (el doctor Brenner, interpretado por el actor Matthew Modine). Por su parte, la madre de Will (Winona Ryder, un esperado retorno a las pantallas), tiene una serie de extrañas experiencias (relacionadas con fenómenos eléctricos) que ella interpreta como señales que su hijo le envía para avisarle que está vivo, aunque en un grave peligro. Finalmente ella consigue convencer a su hijo mayor (Finn Wolfhard) y al jefe de la policía del pueblo (David Harbour). Entre todos emprenden la búsqueda, que los llevará a descubrir laboratorios clandestinos, conspiraciones y monstruos aterradores.

Son muchos los atractivos de Stranger things, pero el más notorio es que se trata de una historia muy bien contada, que logra mantener la tensión de los espectadores a lo largo de todo su desarrollo. En ese sentido, la serie es heredera directa del cine de Spielberg y Lucas y su fusión de los géneros más diversos. Aquí casi todo ha sido tomado de las películas ya mencionadas: las búsquedas del grupo de niños remiten a Stand by me y a The Goonies; la historia de la niña con poderes, a ET y Firestarter; lo sobrenatural, a Poltergeist y las adaptaciones de las novelas de Stephen King. Y estas referencias se hacen más explícitas mediante una serie de “guiños” para los fanáticos del cine ochentero: la peluca que usa 11 (que remite a la de ET), las pequeñas hemorragias que ella tiene cada vez que usa sus poderes (similares a las del protagonista de Firestarter), los escenarios, la música incidental, la secuencia de créditos y un largo etcétera.

Estrenada en el mes de julio, Stranger things se ha convertido pronto en un éxito y ha recibido muy elogiosos comentarios en todo el mundo. Por ello, Netflix ya ha confirmado la producción de la segunda temporada de la serie, que al parecer no estaba prevista en un inicio. A nosotros también nos ha gustado la serie, aunque le hemos encontrado algunos “defectos”, como los excesivos pastiches, la forma en que los guionistas “abandonan” a algunos de los personajes (especialmente a Bárbara) o la propia naturaleza del monstruo. Los hermanos Duffer han reconocido estos y otros errores, y han prometido solucionarlos en la segunda temporada.