Pommerat en Lima

La primera obra del destacado dramaturgo francés en teatros peruanos

En un texto publicado póstumamente, el gran escritor Italo Calvino (1923-1985) presenta Seis propuestas para el próximo mileno (1998), una serie de principios que él suponía que serían los más importantes en la literatura y el arte del siglo XXI. Y aunque inicialmente esas propuestas parecían demasiado audaces y personales, algunas de ellas se están convirtiendo en reglas canónicas de la producción artística actual. Por lo menos cuatro de esas “propuestas” (rapidez, precisión, multiplicidad y consistencia) vinieron a nuestra mente al ver Este hijo, la obra del dramaturgo francés Joel Pommerat, que el grupo Escena Contemporánea, bajo la dirección de Alberto Isola, está presentado en el Auditorio del Centro Cultural El Olivar de San Isidro.

Este hijo no es un drama tradicional, sino la unión de diez pequeñas historias (“multiplicidad”), cuya puesta en escena toma menos de diez minutos (de ahí la “rapidez”) y que, a pesar de no tener personajes ni un contexto en común, giran todas en torno a la problemática relación entre padres e hijos. Pero además de esta temática (que le da “consistencia” a la obra), las pequeñas historias comparten otras características, como estar enfocadas en sus momentos culminantes, aquellos en los que expresan su gran intensidad dramática, especialmente a través de los diálogos entre los personajes. Por ejemplo, una de estas conversaciones es entre una joven mujer y una pareja de vecinos ya mayores, a quienes la joven trata de convencer de que acepten el regalo que les hace: su propio hijo, todavía un bebé. Otra historia es la de una niña diciéndole a su padre (quien no vive con ella) que ya no tiene que visitarla, porque ella no lo necesita. En ambos casos, el autor ha escogido con “precisión” el momento de la historia que muestra.

Alberto Isola ha puesto en escena esta obra, que involucra a casi treinta personajes, apelando a un sólido elenco de apenas cinco actores —Magali Bolívar, Alejandra Guerra, Carlos Mesta, Sofía Rocha y Renato Rueda–, por lo que cada uno tiene que interpretar a varios personajes. Un acierto de la dirección es que el paso de un personaje a otro —el cambio de ropas y otros elementos “caracterizadores”— se haga en escena, ante la mirada del público. Lo mismo sucede con los muebles y la escenografía minimalista, que los propios actores se encargan de cambiar entre una historia y otra; así como con los papeles de niños, interpretados por actores adultos. Con todos estos recursos se rompen las convenciones “teatrales” tradicionales, aquellas que tratan de mantener al espectador “dentro” de la ficción, para darle más bien (a la manera de Brecht) la posibilidad de asumir una posición más crítica ante las situaciones mostradas.

Joel Pommerat (Roanne, 1963) es actualmente uno de los dramaturgos más originales e importantes de Francia. Se inició como actor a los 19 años de edad, pero desde los 23 se dedica a la escritura y dirección teatral, al frente de su propia compañía de teatro. Ha escrito y llevado a escena unas 25 obras que le han significado premios como el Moliere a Mejor Autor (2010) y el Gran Premio de la Crítica Francesa (2011). Este hijo es la primera obra de Pommerat que se representa en el Perú y, por eso, es una excelente oportunidad para conocer a este original dramaturgo.

Este hijo puede verse en el Auditorio del Centro Cultural El Olivar (calle La República 455, San Isidro) de jueves a domingo a las 8:00 pm, hasta el 28 de septiembre.