El pasado 21 de octubre, el abogado y escritor Gary Marroquín M...
El Lugar de la Memoria, la Tolerancia y la Inclusión Social (LUM) había programado para el día de ayer, en su sede, el estreno de 1214. No tememos a los cobardes, documental sobre las víctimas apristas del terrorismo de Sendero Luminoso. Un evento que además iba a contar con la presencia de los familiares de esas víctimas. Lamentablemente el LUM, dirigido por la izquierda caviar y progresista –enquistada desde hace mucho en el Estado–, canceló a último momento la presentación, aduciendo razones muy poco verosímiles.
El LUM no dio las facilidades que se habían solicitado con tiempo para este estreno. Funcionarios de la entidad estatal señalaron que no permitirían, como lo han hecho en otras muchas actividades, la participación de las personas involucradas. El argumento para ello es que “se debió solicitar con tiempo que el personal del LUM apoye en este estreno”. No obstante, ese requerimiento sí se realizó desde la primera comunicación entre ambas partes. Y todo esto no es sino una muestra más de la parcialización de la izquierda, que quiere imponer su lectura ideologizada de las sangrientas acciones terroristas de las últimas décadas del siglo pasado.
Como se sabe, la más clara expresión de esa lectura sesgada y errónea de esa etapa de nuestra historia recientes es el tan cuestionado Informe Final de la Comisión de la Verdad y la Reconciliación (CVR), en el que se utilizan términos como “conflicto armado interno” y “violación sistemática de derechos humanos”, pretendiendo dar a entender que hubo un enfrentamiento entre dos sectores de peruanos. Y también para demonizar a nuestras heroicas Fuerzas Armadas, que lucharon valientemente para defender a todos los peruanos. En esa lectura sesgada y manipuladora no hay lugar para indiscutibles mártires de la democracia como María Elena Moyano, o los apristas objeto del documental que el LUM se ha negado a estrenar.
1214. No tememos a los cobardes ha sido dirigido por el arqueólogo Hernán Hurtado y el periodista Ernesto Carlín, y producido por Hernán Garrido Lecca. El título une el número de militantes apristas asesinados por el terrorismo –un total de 1,214 mártires de la democracia–, con la frase “No tememos a los cobardes”, que María Elías de Huapaya, dirigente de la base aprista del distrito El Agustino, escribió en una pizarra cuando los senderistas dinamitaron por tercera vez su vivienda, en 1989. Poco después ella fue finalmente asesinada por los terroristas.
Los responsables del documental han señalaron su indignación ante decisión del LUM, institución que dirige el historiador Manuel Burga, y recalcaron que “otros filmes que abordan la época del terrorismo, pero con un enfoque distinto, han recibido las facilidades solicitadas y una mayor difusión por parte del LUM”. Además, a través de una comunicación pública expresaron lo siguiente: “Nos excusamos con todas las personas que han estado pendientes de este estreno, en especial los deudos de las víctimas que tuvieron la consideración de compartir con nosotros sus dolorosos recuerdos”.
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