El creador del Universo Marvel

Acaso nunca un creador haya tenido tanta presencia en el imaginario de sus contemporáneos como la que tiene Stan Lee en la actualidad, a través de todos los personajes que creó para Marvel, y que hoy forman parte de las más exitosas sagas cinematográficas y televisivas a nivel mundial. Lee —fallecido el día de ayer en la ciudad de Los Ángeles (a los 95 años de edad)— creó hace medio siglo, con la colaboración de otros genios del cómic como Jack Kirby y Steve Ditko, a la mayoría de personajes del llamado Universo Cinematográfico Marvel (UCM): Spider-Man, Iron Man, Hulk, Thor, Daredevil, X-Men y Los 4 Fantásticos, entre otros. Hoy todos lo recuerdan como el carismático anciano que hacía divertidos cameos en todas las exitosas películas del UCM, protagonizadas por los personajes que él creó.

Stanley Martin Lieber, su verdadero nombre, nació en Manhattan (Nueva York) el 28 de diciembre de 1922, en el seno de una humilde familia de inmigrantes judíos. Asistió a una escuela secundaria en el barrio de Bronx, soñando en convertirse algún día en novelista. Mientras tanto, el joven Stanley trabajaba en lo que podía: repartidor de comida, vendedor de suscripciones, acomodador en un teatro, etc. Su tío Robbie Solomon lo contrató para que ayudara en ese tipo de cosas en Timely Comics, empresa que con los años se convertiría en Marvel. “Me ocupaba de que los tinteros (de los dibujantes) estuvieran llenos, de salir a comprarles su almuerzo, de borrar las huellas de los lápices en las páginas terminadas….”, recordaría muchos años después. Pero dada su vocación de escritor, pronto (en 1941) comenzó a hacer guiones para algunos cómics de superhéroes ya existentes, como el Capitán América. Estos primeros trabajos los firmó con el seudónimo de Stan Lee (que suena muy parecido a Stanley), guardando su nombre verdadero para cuando publicara sus novelas.

No obstante, sería largo el camino hasta las creaciones por las que Stan Lee es hoy conocido. En los años cuarenta se enroló en el Ejército y participó en la Segunda Guerra Mundial, hasta 1945. A su retorno a la empresa, ya como editor-jefe, Lee se dedicaría a escribir historias sencillas: westerns, horror, ciencia ficción, etc. Fue recién a inicios de los años sesenta, cuando DC conseguía un inusual éxito con sus cómics de superhéroes reunidos en la Liga de la Justicia (Superman, Batman, Flash, Mujer Maravilla, Linterna Verde) que alguien le sugirió que creara su propio equipo de superhéroes. Entonces hizo una pequeña historia, sobre un grupo de superhéroes mucho más reales, de carne y hueso, que incluso tenían relaciones de parentesco entre ellos, con todas las complicaciones emocionales y situaciones cotidianas que eso ocasiona. Se trataba de Los Cuatro Fantásticos. Lee le llevó la historia al dibujante Jack Kirby, quien desarrolló todo el cómic. Finalmente, Stan Lee agregó los diálogos. Así nacieron no solamente estos superhéroes, sino también el método de trabajo que permitió crear a todos los demás personajes del UCM.

Apelando a esa fórmula, e impulsados por el gran éxito de Los Cuatro Fantásticos, Lee y Kirby crearon en muy poco tiempo al Increíble Hulk (1962), Thor (1962), Iron Man (1963) y X-Men (1963). Lee también trabajaría con Bill Everett para crear a Daredevil (1964), y con Steve Ditko para Spider-Man (1962) y Dr. Strange (1963). Además, durante toda la década del sesenta Lee se mantendría como director artístico y editor de todas las publicaciones relacionadas con estos personajes, incluyendo las de The Avengers, la reunión de varios de estos superhéroes y algunos más antiguos (como el Capitán América), en la que los dibujos estuvieron a cargo de Jack Kirby. Las historias protagonizadas por estos personajes renovaron este subgénero narrativo, cargándolo de problemas humanos y situaciones más reales, con lo que el cómic fue dejando de ser una lectura solo para niños y adolescentes. Hoy las historias de superhéroes están en su punto más alto de popularidad, y su difusión es masiva a través de la televisión, el cine y, por supuesto, los cómics.