Cesar Gutierrez
Vigilemos la gestión del petróleo diésel
El mercado mundial nos da señales de escasez y precios altos
Los hechos nos demuestran la orfandad de análisis que tienen los ministerios de Economía y Finanzas (MEF) y Energía y Minas (Minem) sobre el mercado de combustibles; una consecuencia de ello son las decisiones erráticas. Un caso que amerita ser observado con mucho detenimiento, y hacer las advertencias oportunas a las autoridades, es el caso del petróleo diésel (D2), que es expendido en mezcla volumétrica al 5% con biodiésel (DB5), cuya demanda representa, al cierre de abril de este año, el 60% del total de los combustibles líquidos de uso automotor (excluido el GLP).
La comparación de uso de diésel (D2) con gasolinas (G) es importante para las decisiones a tomar en el futuro inmediato. En Estados Unidos (EE.UU.) el ratio D2/G es de 0.49; en Asia-Pacífico, 1.1; en Sudamérica y Centroamérica, 1.61; en Perú (DB5/gasoholes), 2.6; y en Europa, 3.2. Es decir, a excepción de EE.UU., el resto de los continentes son grandes demandantes de D2, y nuestro país en particular registra alto consumo.
El conflicto entre Rusia y Ucrania ha generado la expectativa de que en cualquier momento podría decidirse la interrupción de suministro de hidrocarburos desde Rusia hacia la Unión Europea (UE). Una interrupción que viene siendo exigida por la administración Biden, aún sin resultados, por la gran dependencia de la UE del crudo y de los combustibles rusos, que representan el 24.9% y 32.4% respectivamente de sus importaciones de estos productos.
Es muy poco probable que se recurra a la suspensión de las compras, dado que no será posible obtener un sustituto inmediato, pero las expectativas están dadas y las señales que se emiten al mercado internacional son escasez y altos precios. Sobre lo primero tenemos el caso de Argentina, donde se ha limitado el despacho a 5.3 galones por vehículo, una minucia. En cuanto al precio, una buena referencia es compararlo con el insumo (crudo WTI) en un mercado relevante; para nosotros la Costa del Golfo, en el lado de EE.UU. Históricamente el cociente de cotizaciones de D2/WTI llegó a 1.35, hoy está en el orden de 1.54
Hasta esta semana el precio de lista de Petroperú del DB5 es S/ 3.25 por galón: por debajo de la referencia de Osinergmin, lo que significa un atraso de 19.4%, que está siendo anotado como una cuenta por pagar a refinadores e importadores. En mayo pasado solo el subsidio de este producto le ha significado al fisco una anotación en cuentas pendientes de pago por S/ 565 millones, en el Fondo de Estabilización de Precios de Combustibles (FEPC)
Desde el 2015 se ha venido registrando en Perú una insuficiencia de almacenamiento de los combustibles líquidos, con lo que los stocks no llegan a cubrir horizontes largos. Esto nos hace muy vulnerables al desabastecimiento, que al final también se traduce en encarecimiento local, más allá de los precios internacionales. Sería muy grave caer en una situación de esta naturaleza dado que el transporte de carga y de pasajeros interprovincial utiliza mayoritariamente el DB5; lo que se reflejaría en la inflación, que ya tiene un acumulado de 8.78% en los últimos 12 meses. Aunque el Presidente del Banco Central de Reserva, tiene la expectativa que descienda a partir de agosto.
Una alternativa que debe plantearse desde el binomio MEF-Minem es coordinar con los agentes del mercado –Petroperú, Refinería La Pampilla, Valero Energía Perú SA, Exxon Mobil Perú SA y Pluspetrol Perú Corporation SA– para disponer de un almacenamiento flotante para stocks de 60 días. Como esto tiene un costo a cubrir, el MEF podría hacerles una devolución de parte del precio compensado por el FEPC. Hay que llamar la atención a las autoridades para que reaccionen.
COMENTARIOS