Una propuesta a ser tomada en cuenta

Como cada Año Nuevo, el Papa ha pronunciado una homilía en la que hace un llamado al mundo entero a fin de que este 2025, más allá de ser un año importante para los católicos por haber sido declarado Año Jubilar, pueda centrarse no solo en la reflexión, sino en la acción en tres aspectos que son válidos para toda la humanidad.

El primer tema propuesto fue la defensa radical de la vida. Y en eso, la Iglesia, la doctrina y la fe tienen una postura clara; sin embargo, en esta oportunidad, Francisco ha llevado la petición de reflexión y acción más allá de lo que tradicionalmente consideramos como la defensa de la vida. Es decir, de los derechos del no nacido y la dignidad de la vida humana desde su concepción, hasta la muerte natural. El Papa ha invocado, además, a que se elimine la pena de muerte como práctica, pues la historia y la experiencia señalan que esa justicia humana no garantiza ni la solución a los problemas generados ni que la sentencia sea justa y absoluta, sin error alguno y, las sociedades no deben desechar sino recuperar a sus miembros. Y ello debe ser también aplicado al sistema penitenciario, que debería significar no solo el pago de una deuda social, sino una recuperación humana, digna, personal y civil a quien ha delinquido, para que su reinserción en la comunidad no sea una quimera.

El papa Francisco ha hecho una acotación adicional respecto a la dignidad de la vida, para que las sociedades del mundo desarrollado, principalmente, hagan esfuerzos para atender a los ancianos, moribundos, solitarios, enfermos y con habilidades especiales, ya que ellos, en muchos casos, son tenidos como elementos de los que se puede “prescindir”. No es ajena a nosotros la realidad de los países más ricos que desean imponer en muchos casos la eutanasia, ante lo que Roma ha levantado una clara voz de alerta y censura: “Pido un compromiso firme para respetar la dignidad de la vida humana desde la concepción hasta la muerte natural, para que cada persona pueda valorar su propia vida y todos puedan mirar con esperanza hacia el futuro”, dijo, utilizando la fórmula que emplea la Iglesia en su oposición al aborto y a la eutanasia.

Un segundo tema expuesto por el Pontífice se refiere al cuidado de lo que él viene llamando la “casa común”; es decir, nuestra tierra, nuestra naturaleza. Y reclama que la riqueza de los que más tienen, no se sustente en el perjuicio de la naturaleza y el hábitat de los países más pobres.

Me pareció muy interesante la tercera propuesta que se orienta a motivar una conducta de equidad, justicia y honestidad en relación con la inmensa deuda externa que los países menos ricos han ido adquiriendo a lo largo de los años, y que si bien las sumas iniciales fueron indispensables, en la mayoría de los casos ese monto ha sido ya pagado y son los intereses leoninos los que agobian la economía de los pueblos. Es evidente que en esto hay responsabilidad de parte y parte; los gobernantes deben ser juiciosos en aquellos rubros con los que hipotecan su existencia histórica, pero la usura no puede ser la pauta de conducta, cuando el mundo ve con horror el crecimiento del hambre y de las desigualdades.

Uno puede tener ciertas discrepancias con el estilo del Papa y quizá con algunas de sus formas y expresiones, pero es indudable que este mensaje de inicio de año debería tocar la conciencia de todos; de nosotros los de a pie, de los gobernantes y los poderosos, es decir, de todo el género humano porque al final, los problemas de los hombres son iguales en su sustancia, aún cuando varíe la magnitud de los mismos.

Este año 2025 es de gran importancia para los católicos pues al ser un Año Jubilar, se convoca al mundo entero a asumir con seriedad el perdón como práctica de vida que es una idea que va mucho más allá de lo crematístico y que debería tocar las fibras de nuestra esencia ética y humana en todos los sentidos.

Comenzar este año con una seria reflexión sobre estos temas nos ayudará también a nosotros, en nuestra realidad nacional y local, para enfrentar, con mayor lucidez y responsabilidad los desafíos que se nos presentarán y sobre los que el país tendrá que ir tomando posición.