Neptalí Carpio

UN PATRIARCA SIN ARRUGAS

UN PATRIARCA SIN ARRUGAS
Neptalí Carpio
01 de abril del 2016

PPK y su impecable trayectoria profesional

Cualquiera que haya observado con objetividad el proceso electoral se habrá percatado de que las estrategias de demolición y de guerra sucia contra Pedro Pablo Kuczynski (PPK) —tanto en las redes sociales y en la propaganda impresa, como de parte de varios candidatos presidenciales— han estado entre las más intensas. Sin embargo, el economista de 77 años de edad, desde hace casi un año ha logrado sostener un cautivo segundo lugar en todas las encuestas de intención de voto. Varios de los errores cometidos, que el propio PPK reconoce con singular hidalguía, quizá le han impedido trepar más allá del 20% de las preferencias; sin embargo, su posibilidad de pasar a segunda vuelta permanece latente.

¿Dónde radica la fortaleza de PPK, para mantenerse en ese preferente lugar? ¿Por qué no se ha derrumbado, a pesar de que sus opositores auguraban ansiosos un declive? En la base social que sostiene: los jóvenes de clase media que se ubican entre los sectores A, B y C.  Según la última encuesta de IPSOS, entre los jóvenes de 18 a 24 años la popularidad de PPK llega al 20%; mientras que entre los ciudadanos que tienen entre 25 y 39 años de edad, se mantiene en un 16%.  

La experiencia muchas veces ha confirmado que las elecciones se ganan cuando un proyecto político logra irradiar su influencia a los sectores D y E; pero también ha reafirmado que el arraigo intelectual en la clase media es lo que sostiene históricamente a un proyecto político. La propia izquierda y el Apra surgieron intelectualmente en la clase media y alta, en las universidades, y luego irradiaron su influencia a los trabajadores, campesinos y otros sectores sociales. Si ahora la izquierda muestra sus límites para pasar más allá del 11% del electorado es en gran medida porque ha perdido influencia intelectual y atractivo entre los jóvenes de clase media.   

El razonamiento anterior explica por qué la predica altisonante contra PPK —que lo tilda de “entreguista”, “lobista”, “vende patria”, “viejo senil” y otros epítetos— ha caído en saco roto en este sector juvenil. En esta campaña electoral las mayores concentraciones de PPK han sido en los auditorios o coliseos de las universidades del Cusco, Arequipa, Lima y La Libertad, repletos de jóvenes universitarios. En las escuelas de postgrado, en el inicio de los años académicos o en las promociones de graduación, los estudiantes sugieren con entusiasmo invitar al veterano economista. ¿Por qué tendrían que hacerlo con alguien que supuestamente no ha defendido los intereses nacionales? Los izquierdistas y alanistas se jalan los pelos, pero no saben cómo explicarlo.

¿Cómo reacciona un joven estudiante de clase media cuando escucha de un líder como Alan García que “PPK no tiene un gramo de sangre peruana” o pone en duda el desprendimiento del economista, nacido en Miraflores, para renunciar a su nacionalidad norteamericana? ¿Pone en duda su adhesión a PPK o se reafirma en ella Tengo la impresión que se reafirma, porque aquel joven quisiera en el fondo tener la misma trayectoria profesional de PPK en un escenario mundial y competitivo. En ese razonamiento, el que un peruano tenga doble nacionalidad debe ser más bien un síntoma de éxito en una aldea global tan competitiva, en la que es necesario hablar español, inglés, francés, etc. Es lo que ahora hacen y promueven los comunistas chinos, los socialistas finlandeses y los progresistas de la India, para orgullo de sus familias y su nación.  

Y el hecho que PPK haya sido cuatro veces ministro de Estado, funcionario del Banco Mundial y del BCR, y asesor de grandes empresas internacionales no lo exime de errores. ¿Alguien puede imaginar que un hombre de tan amplio recorrido no haya cometido errores? Es humanamente imposible. Solo los pusilánimes y mediocres, aquello que no hacen nada, no cometen errores. Lo que sí es cierto es que, durante esa larga trayectoria, nunca PPK tuvo una acusación constitucional aprobada por el Congreso, ni tampoco ninguna sentencia en el Poder Judicial por casos de corrupción.

En consecuencia, es altamente verosímil que este 10 de abril, PPK se presente como un candidato “sin arrugas”, un patriarca sin casos de corrupción y un tecnócrata con las manos limpias.                      

 

Neptalí Carpio

Neptalí Carpio
01 de abril del 2016

NOTICIAS RELACIONADAS >

La plusvalía urbana y la vivienda de interés social

Columnas

La plusvalía urbana y la vivienda de interés social

La reciente publicación de la Ley Nº31313, denominada Ley ...

02 de septiembre
La Ciudad del Bicentenario y el presidente-alcalde

Columnas

La Ciudad del Bicentenario y el presidente-alcalde

Los primeros pasos para construir la llamada Ciudad del Bicentenario, ...

26 de agosto
Un gobierno frágil y en formación

Columnas

Un gobierno frágil y en formación

Si algo ha puesto en evidencia la renuncia de Héctor Béj...

19 de agosto

COMENTARIOS