Paul Neira
Un pacto social distinto que soporte al sistema educativo
Para formar y educar a las nuevas generaciones de peruanos
En menos de diez meses hemos tenido dos huelgas magisteriales, con las enormes diferencias en magnitud y nivel de impacto; y cuatro ministros de Educación en menos de dos años. A ello se suma la poca movilidad presupuestal disponible para sacar adelante la innovación en educación, herencia del cumplimiento de una promesa irresponsable de campaña. Creo que todo esto es un enorme llamado de atención. Esta crisis de cambio que está experimentando el sistema educativo peruano nos enfrenta, como sociedad y colectivo, a los profundos límites de nuestra estructura anquilosada, ineficiente, lenta y elefantiásica que hace tiempo dejó de funcionar. Lo más increíble es que aún seguimos tercamente intentando que funcione. Y eso ya nos está costando sumamente caro, y obviamente el día de mañana va a ser una cuenta imposible de pagar.
Para afirmar esto simplemente basta con mirar la situación de profunda crisis de aprendizajes (para muestra véanse los resultados de la Censal de Estudiantes de Secundaria, y por favor no sucumban a mirar solamente las de primaria) que venimos arrastrando por décadas. El inoperativo modelo pedagógico que se despliega en nuestras aulas se encuentra descalzado de los requerimientos de una nueva centuria que plantea retos a una velocidad increíble. Además tenemos un magisterio que se encuentra congelado y no puede responder a las exigencias de nuestro tiempo. Frente a ello tenemos un coro de voces, cual conjuro, que solo saben repetir la astronómica suma de S/ 100,000 millones de la ya famosa brecha de infraestructura educativa. Y podríamos seguir y seguir nombrando espacios en los que nos encontramos en una situación crítica.
Todos esto configura un contexto en el que necesitamos construir un pacto social completamente distinto al que tenemos actualmente. Si no hacemos este esfuerzo doloroso, como país no vamos a poder responder al enorme reto que ya delante nuestro se levanta, que es formar y educar a las nuevas generaciones de peruanos para que asuman el liderazgo —con temple, coraje, perseverancia, resto físico y emocional— para sacar adelante a esta tierra bendita que nos vio nacer.
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