Juan Sheput
Sin voluntad de luchar contra la delincuencia
Ni el Ejecutivo ni el Congreso hacen nada contra la inseguridad ciudadana
![Sin voluntad de luchar contra la delincuencia](https://elmontonero.pe/upload/uploads_images/crminiaal_1.jpg)
Las noticias cada vez son más desgarradoras. Un grupo de sicarios asesina a un bebé de ocho meses y a su padre, en otro lugar matan a una señora en su propia casa, disparan a los pasajeros de un medio de transporte, dinamitan negocios todos los días y, en plena antesala del año escolar, miserables extorsionan a los colegios bajo amenaza de atentar contra los alumnos. En todos los casos son maniobras explosivas, por lo imprevisibles, que son expresiones de una delincuencia que ha encontrado su propio orden y que utiliza artefactos electrónicos y dispositivos sofisticados para consumar sus delitos.
Ante ello ¿Qué tenemos? La finta de las entregas de motos, patrulleros, compra de chalecos y fusiles. Es decir se responde a una delincuencia sofisticada con tácticas y estrategias de hace 50 años, como si la delincuencia no hubiera evolucionado. El ministro del Interior, Juan José Santivañez, anuncia más policías en las calles, cuando se sabe que el criterio de cantidad no es lo que se necesita, sino inteligencia. Si el número de efectivos en las calles fuera suficiente, pues en el Callao no habría delitos. Como se sabe las calles del puerto fueron entregadas a la Marina de Guerra y a la Policía sin resultados efectivos. El error y la falta de éxito se mide con los muertos en las calles.
Ahora debemos agregar la burla a los ciudadanos. El ministro del Ambiente dice que la gente vive segura en su condominio (y a él lo cuidan 12 policías), lo mismo señalan la presidenta Boluarte, el gobernador César Acuña y el alcalde Lima Rafael López Aliaga, quien asegura que Lima “vive en paz”. Esa desconexión de la realidad hace que la gente se desespere y deteste al actual elenco político, en el cual, es notorio, hay una especie de concordancia y hasta se diría comunión de intereses para llegar al 2026, sin importarles el pueblo.
El Congreso también da su cuota de espanto. El presidente del Congreso, Eduardo Salhuana, abdica del poder que tiene y dice que hay que esperar que se recolecten las 78 firmas que se necesitan para convocar a un Pleno Extraordinario. Asume que él no tiene la influencia para convencer a sus pares de cumplir con esta exigencia y necesidad del pueblo. Y la presidenta Boluarte juega en pared con él. Bastaría su firma para convocar a un Pleno Extraordinario, pero no lo hace. Ambos poderes tienen personajillos, comprometidos en investigaciones, que podrían terminar en la cárcel si se promulga la ley de detención preliminar.
Así estamos. Con autoridades que no están a la altura de las exigencias y necesidades del país.
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