Carlos Hakansson
Símbolos patrios: expresión civil de unidad nacional
La apropiación digna de los símbolos fortalece la cultura democrática

Desde fines de los años noventa, tras el fin del terrorismo, los símbolos patrios han transitado con naturalidad del protocolo institucional por fiestas patrias al cotidiano de la ciudadanía peruana. Durante el mes de julio es tradicional observar las banderas en las casas, pero a ellas hoy se suman los pines como escarapelas en las solapas. Las camisetas deportivas con el escudo nacional se usan en oficinas y plazas, gorras estampadas con el escudo nacional acompañan las actividades escolares, las bufandas y chompas con emblemas nacionales también se comercializan en mercados populares. Se trata de una apropiación cultural espontánea que revela una verdad fundamental: los símbolos patrios son nacionales, no exclusivos de la milicia. Es un fenómeno popular que responde, quizá sin buscarlo, al nuestro lema patrio: Firmes y felices por la unión. En un contexto internacional donde muchas comunidades políticas enfrentan disputas lingüísticas, tensiones identitarias o procesos de fragmentación territorial, en el Perú los símbolos han actuado como puentes para la cohesión. Su presencia en ámbitos civiles no desnaturaliza su esencia, la fortalece.
La reciente aprobación del Reglamento de la Ley N.º 32251, en vez de prohibir su uso en logotipos privados (Artículo 21.5 RL), debería limitarse a ofrecer un marco regulatorio que garantice su dignidad sin restringir su cercanía, como sí lo hace en sendos artículos (artículos 21.3, 21.4, 43, 44.3, 53 RL); en otras palabras, la norma no debe impedir que la ciudadanía incorpore los símbolos patrios en su vida diaria. El principio de unidad nacional no se reduce en la organización política estatal, sino también en los elementos simbólicos que lo representan y que identifican a la ciudadanía.
La Constitución establece que “[s]on símbolos de la Patria la bandera de tres franjas verticales con los colores rojo, blanco y rojo, y el escudo y el himno nacional establecidos por ley” (artículo 49 CP). Si el concepto de patria significa más que el lugar de nacimiento, es el espacio donde se entrelazan nuestras raíces, identidad, historia, cultura, lengua y memoria colectiva. En ese sentido, el escudo, la bandera, el himno nacional no son patrimonio exclusivo de la administración pública ni de las Fuerzas Armadas. Son referentes de identidad que deben estar disponibles para todo peruano que los reivindique con respeto.
Es vital que las normas que protegen los símbolos patrios no se interpreten como mecanismos de restricción social, sino como herramientas de protección cultural. Un símbolo patrio no se desvirtúa por estar en una camiseta, sino cuando pierde el significado que lo une a la memoria y el proyecto de patria en común. Nuestra reflexión nos invita a repensar una pedagogía sobre el civismo. La tarea es concientizar que la apropiación digna de los símbolos fortalece la cultura democrática, no la debilita. Los símbolos patrios, cuando se integran con respeto en la vida civil, dejan de ser un conjunto de íconos estáticos para convertirse en la viva expresión de la ciudadanía.
COMENTARIOS