Dardo López-Dolz

Recuperando la policía

Recuperando la policía
Dardo López-Dolz
28 de abril del 2016

Se ha dañado el fundamento de la estima, confianza y respeto.

El primer reto del nuevo gobierno será poner coto a la impunidad, causante de esta inseguridad creciente. Los delincuentes y corruptos sienten, con fundamento, que la posibilidad de ser descubiertos y capturados es baja y más baja aún la de ser condenados y cumplir efectivamente la condena.

Acabar con la impunidad pasa, necesariamente, por mejorar la selección, formación, capacitación y control de los operadores de justicia, me refiero a la Policía, el Ministerio Público, el Poder Judicial y el INPE. De estos son responsabilidad absoluta del Poder Ejecutivo, la Policía y el INPE, primer y último eslabón de la cadena. El Ministerio Público tiene cierto grado de autonomía y el Poder Judicial es un poder independiente, para que el esfuerzo tenga éxito, ambos deberán también comprometerse en el esfuerzo descrito. Al mis tiempo, el nuevo gobierno tendrá que involucrarse si quiere ser exitoso en conseguir seguridad, confianza y respeto ciudadano, indispensable para un verdadero desarrollo sostenible.

Sin seguridad, toda inversión es riesgosa. Todo logro en salud, educación, vivienda, transporte y el fruto de cualquier actividad económica se hacen inciertos.

Para acabar con la impunidad, es necesario detectar y extraer quirúrgicamente los malos elementos del aparato estatal, sin dañar en el proceso la honra ni el buen nombre de la mayoría honesta. Para ser eficaz, ese esfuerzo debe empezar desde antes que estos integren el aparato estatal.

En  el caso de la Policía, primera línea de batalla y primer contacto de la ciudadanía que espera protección estatal, el accionar de malos elementos ha dañado el fundamento de la estima, confianza y respeto.

Mi experiencia profesional me permite afirmar, con conocimiento de causa, que los corruptos en la Policía, no son mayoría, aunque a menudo, por frustración o indignación, tendamos a pensar lo contrario.

Evidentemente, la detección y separación de los malos agentes es una necesidad apremiante, por el bienestar de la sociedad, incluía esa mayoría de policías que sufren el descrédito por el accionar de los menos. Pero así como no se mata al paciente para resucitarlo después, es poco responsable hablar de refundación. Todo cambio, para funcionar, requiere la participación de los miembros de la organización que se desea mejorar.

Hemos recibido ofrecimientos expresos de ayuda  de conocidos profesionales latinoamericanos, norteamericanos y europeos, de comprobado éxito en reformas similares a la requerida, ninguno concuerda con el rimbombante y peyorativo anuncio de refundación.

No ha faltado quien reclame con virginal ingenuidad que expliquemos con  más detalle en el plan de gobierno de lo que se va hacer contra la inseguridad y para neutralizar la corrupción policial. Mi abuela, sabia mujer de 1.50 m me enseñó muy pequeño que si quería ganar una pelea, no debía jamás avisar al adversario antes de darle el golpe. La vida y la calle me demostraron con creces cuan sabio es ese consejo.

Se gana la batalla primero, se celebra después.

Por: Dardo López-Dolz

Dardo López-Dolz
28 de abril del 2016

NOTICIAS RELACIONADAS >

Democracia y república

Columnas

Democracia y república

La forma como se organizan los Estados y cómo se eligen a las p...

25 de abril
¿Lomo fino a precio de chanfainita?

Columnas

¿Lomo fino a precio de chanfainita?

Peruanos de toda laya esperan y hasta exigen calidad de servicio sin l...

21 de marzo
Temas a tener en cuenta ante la expansión china

Columnas

Temas a tener en cuenta ante la expansión china

Animados por el apetito de ganancia personal de corto plazo, muchos ol...

14 de marzo

COMENTARIOS