Cesar Gutierrez
Precio de combustibles: gobernando para las minorías
Política gubernamental está entrando a un callejón sin salida
Llama la atención que la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM) al cierre de la tarde del pasado día lunes, difundiese un comunicado afirmando que a partir del 1 de julio se pondrá en práctica la norma (DS-014-2021-EM) que establece la obligatoriedad de expender solo dos tipos de gasoholes (gasolina mezclada al 7.8% con etanol): regular (91 octanos) y premium (96 octanos), que reemplazarán a los cinco tipos existentes (84, 90, 95, 97 y 98 octanos). Lo he mencionado anteriormente y lo reitero: administrativamente es lo correcto, pero se está implementando en el peor momento, no solo por la inestabilidad de la cotización internacional, sino también por la distorsión que se ha introducido localmente en los precios de los gasoholes (GHOL) y el petróleo diésel (DB5).
La decisión de la PCM, que ha pasado por encima de la titular del Ministerio de Energía y Minas (Minem, al que correspondía pronunciarse), es suicida desde el punto de vista político por el legítimo descontento social que producirá. La afectación económica se dará en el 94% de la demanda, que comprende a quienes utilizan GHOL de 84,90 y 95 octanos. Los beneficiarios serán una minoría, tan solo el 6% del mercado, que consume GHOL de 97 y 98 octanos. Gobernar para las minorías es la definición.
Con los precios actuales los usuarios de GHOL de 84 octanos, deberán pagar 7.70 soles/galón adiciona cuando adquieran el producto “regular”; y quienes consuman GHOL de 95 octanos experimentarán un incremento del orden de 0.70 soles/galón, cuando se abastezcan con el combustible premium. La razón de tamaña diferencia está en la distorsión que existe a la fecha, pues el GHOL está sobrevaluados en 11.7% (2.30 soles/galón) y el DB5 está subvaluado en 19.4% (3.83 soles/galón), que está siendo contabilizado en el Fondo de Estabilización de Precio de los Combustibles (FEPC).
Al introducir una compensación al DB5, las refinerías e importadores lo que tienen es una cuenta por cobrar en fecha incierta, que afecta el capital de trabajo y los lleva a paliar la situación incrementando el precio de los GHOL. Aún así el desbalance es de S/ 15.14 millones diarios. Si el gobierno decidiese disminuir la brecha tendría dos posibilidades: 1) dejar que se produzca un incremento en el DB5, lo que es un imposible porque el paro de transportistas interprovinciales estaría garantizado, o 2) hacer pagos regulares del monto anotado en el FEPC a refinerías e importadores; es decir, echarle mano a la caja fiscal a razón de S/ 289.5 millones quincenales.
Si se tomase la segunda alternativa se podría disminuir los precios, y el sinceramiento –al pasar de usar 84 octanos a GHOL regular–, se reduciría a 2.80 soles/galón. De no hacerlo, el salto será de 7.70 soles/galón y el descontento será inevitable en regiones donde la demanda del GHOL de 84 octanos es alta: Puno, 41% del total; Tumbes, 31%; La Libertad, 18%; Piura, 12%; y Cajamarca, 9%.
Al ponerse en práctica la medida normativa, hay 30 días para la adecuación de refinerías e importadores, y 30 días adicionales para las estaciones de servicio. Así que en máximo 60 días el Minem tiene que encontrar la salida para que no se produzca el desembalse de precios referido. Me imagino que optarán por aplicar el FEPC al GHOL regular, por supuesto con carga a la caja fiscal y con más riesgo en el capital de trabajo de los operadores.
Es inentendible que se tome tan mala decisión política. Lo más sano es postergar la medida hasta que haya más estabilidad internacional, no cuesta nada hacerlo.
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