Pobreza se agudiza en el Perú

Ya a puertas del segundo semestre del año 2024, el incremento de la pobreza en el Perú sigue siendo una pesadilla para millones de peruanos, y también por sus efectos colaterales para la sociedad en general. Terminamos el año pasado en recesión y superando las metas de inflación, a lo que ahora se suma la pérdida de confianza de la ciudadanía en el Gobierno de turno para solucionar los problemas de nuestro contexto interno (como la corrupción) y su falta de proactividad, por eso era evidente que la pobreza se agudizaría en el Perú.

El Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), en el documento “Perú: Evolución de la Pobreza Monetaria 2014-2023, elaborado con los resultados de la Encuesta Nacional de Hogares (ENAHO), dado a conocer en su Nota de prensa del 9 de mayo, nos indicó que durante el 2023 la pobreza monetaria afectó al 29% de la población del país. Según dicha publicación, la población en condición de pobreza alcanzó a 9.78 millones de personas, cifra mayor en 596,000 personas respecto al año 2022 (9, 18 millones). Asimismo, dio a conocer que la población en situación de pobreza extrema, en el año 2023, fue de 5,7% (1.92 millones; es decir, 249,000 personas más que en el año 2022 (1.67 millones). 

Recordemos que según el INEI “la línea de pobreza es el equivalente monetario al costo de una canasta básica de consumo de alimentos y no alimentos, que para el año 2023, asciende a S/ 446 al mes por habitante. Así para una familia con cuatro integrantes correspondería un monto de S/ 1784. Asimismo, la medición de pobreza monetaria y extrema se realiza mediante el indicador del gasto debido a que esta variable se aproxima a la cuantificación de los niveles de vida a partir de lo que las personas y los hogares consumen, compran, adquieren productos y/o servicios. Para el año 2023, la canasta básica alimentaria es de S/ 251 y para una familia de cuatro integrantes S/1,004”.

Como muchos lectores discrepo con las cifras del INEI porque un peruano dejaría de ser pobre técnicamente si obtuviese ingresos por encima de S/. 446 pero todos sabemos que los gastos alimentarios y no alimentarios en nuestro país varían de acuerdo a cada región y si el habitante es urbano o rural, por lo que es iluso con que apenas saliendo de este monto un peruano podría cubrir sus necesidades alimentarias y no alimentarias, sea en el ámbito urbano o rural en cualquier parte del país.

En tal sentido exhorto a un cambio de dirección en nuestro país, con un Gobierno que priorice el rol promotor del emprendimiento e inversión privados, eje del crecimiento económico.