Pink Floyd: los arquitectos de la psicodelia musical

La década de los años sesenta ha sido de las más significativas e importantes en la historia de la música. En una época de guerra, caos y revolución, existió una banda capaz de transportarte a otros mundos sin necesidad de salir de tu habitación, que con cada acorde te llevaba en un viaje psicodélico y con cada verso te invitaba a cuestionar la realidad. Así es la esencia de Pink Floyd, un grupo que no solo definió una era, sino que rompió las barreras del rock convencional para adentrarnos en una experiencia sonora única.

Todo comenzó el año 1964 en Cambridge (Inglaterra), con un grupo llamado Sigma 6, formado por alumnos de la facultad de Arquitectura de la Universidad de Westminster. Luego pasó por una serie de cambios, incluyendo el nombre, que cambiaría a Tea Set. Fue con estos cambios que se consolidaron como agrupación Nick Mason en la batería, Roger Waters en el bajo y en la voz, Richard Wright en el teclado y Syd Barrett complementando en voz y guitarra. Después de un corto período, el nombre volvió a cambiar y quedó con el icónico nombre de Pink Floyd, la fusión de dos grandes músicos de blues, Pink Anderson y Floyd Council, ya que la idea principal era seguir la línea de este género.

Dentro del campo técnico de la música, la banda fue pionera en el uso de cuatro canales de audio diferentes para crear un sonido envolvente llamado “surround”. Esta cualidad, mezclada con el juego de luces y las variaciones instrumentales en sus canciones, teniendo como base el blues como género, revolucionaron las presentaciones de agrupaciones en vivo.

Su primer lanzamiento discográfico lo grabaron en el año 1967, llamado “The piper at the gates of dawn” junto a varios sencillos más. Como un dato curioso, este disco se grabó en simultáneo y en el mismo estudio que el disco “Sgt Pepper´s Lonely Hearts Club Band”, de nada más y nada menos que Los Beatles. Lamentablemente en diciembre de 1967, debido a una serie de comportamientos erráticos e impredecibles causados por el abuso del LSD, Syd Barrett fue retirado de la agrupación, dando pie a la entrada de David Gilmour. Luego de este debut continuaron lanzando álbumes de manera anual. Fue después de seis álbumes que llegaría el que los inmortalizó como agrupación.

En el año 1973 el grupo demostró todo el potencial que tenían en un disco de 10 canciones. El primero de marzo se vio la famosa portada del espectro prismático, sencilla pero audaz. El octavo álbum de Pink Floyd, “The dark side of the Moon” se presentó como la luz que el grupo provee a los oyentes. Cada canción parece resonar de manera más íntima a lo largo del disco, conectando con las emociones y pensamientos íntimos de cada persona . Este disco les valió el primer lugar en las listas tanto en Estados Unidos como en el Reino Unido, siendo el tercer álbum más vendido de toda la historia, solo detrás de “Thriller” de Michael Jackson y “Back in Black” de AC/DC. Elegir una canción emblemática del disco es realmente complicado, pero el LP fue promovido con las canciones Money y The Great Gig in the Sky.

Luego de este álbum, continuaron lanzando siete más, en los que se incluyen “Wish you were here”, con la famosa canción homónima dedicada a su amigo Syd Barrett; “Animals” basado en la novela Rebelión en la granja de George Orwell; y “The Wall”, donde se presenta al personaje ficticio Pink, que explora el abandono y el aislamiento simbolizados por un gran muro, con las icónicas canciones Another Brick in The Wall 1, 2 y 3, y Comfortably Numb. Debido al gran recibimiento e impacto de Dark Side of The Moon, los siete discos próximos de la banda llegaron a estar como mínimo en el top 10 de las listas, tanto de Reino Unido y Estados Unidos.

La separación de Pink Floyd fue el desenlace de años de tensiones internas y diferencias creativas que marcaron el final de una era en la historia del rock. Con Roger Waters tomando un control cada vez más dominante en el proceso creativo, especialmente durante “The Wall” y “The Final Cut”, los conflictos con el resto de la banda, particularmente con David Gilmour, se intensificaron. Las diferencias musicales y personales se volvieron insostenibles, lo que culminó en la partida de Waters en 1985. Aunque Gilmour, Nick Mason y Richard Wright continuaron como Pink Floyd, la esencia colaborativa que había definido sus primeros años se había fracturado.

En el año 2005, la banda brindó una última alegría a sus fanáticos, realizando un concierto benéfico en el Live 8 de Londres. Era la primera vez que la banda se reunía con Roger Waters a tocar en vivo desde el año 1981, ofreciendo una emotiva presentación que quedó plasmada de manera global. Esta presentación generó esperanzas de una posible reunión, que lamentablemente nunca se concretó.

Pink Floyd es un pilar de la música como se conoce hoy en día. No solo revolucionaron el aspecto técnico, sino que crearon una revolución emocional. Sus álbumes, de narrativas complejas, exploran temas sensibles para el ser humano, como el dolor y la búsqueda de identidad, le dieron un sentido más importante a la música. Pink Floyd no sólo te invita a escuchar melodías agradables, también te invita a sentir y cuestionarte, convirtiendo su música en un eco del alma propia.