Jorge Morelli

Pide bonito

Pide bonito
Jorge Morelli
06 de agosto del 2014

Gobierno toca las puertas de oposición en busca del voto de confianza

La primera ministra, Ana Jara, está tocando las puertas de los líderes de la oposición para pedirles el voto de confianza a su gabinete. Realista como es, ha caído en cuenta de que el gobierno ya no tiene mayoría parlamentaria propia ni prestada y necesita de la oposición para obtener, el 20 de agosto próximo, la confianza del congreso a su Gabinete Ministerial.

En efecto, la pérdida de la mayoría ha cambiado de lado el centro de gravedad del Congreso, del oficialismo a la oposición. El gobierno recién comenzará a tomar conciencia de que en el Perú, con la fallida arquitectura institucional de su democracia y una situación económica desfavorable –una combinación letal-, la pérdida de la mayoría puede acarrear la pérdida de la gobernabilidad.

Una cosa es que el gobierno dependa de un aliado más o menos estable para conseguir una mayoría prestada, como ha sido el caso hasta hoy con el apoyo incondicional de Toledo (por razones de todos conocidas). Otra muy distinta es que para obtener los votos el oficialismo tenga que negociar con cuatro o cinco bancadas distintas –Solidaridad Nacional, Unión Regional, Acción Popular-FA, además del propio Perú Posible-, como será en adelante. No tardarán en bloquearse todos entre sí planteando ideas contradictorias hasta convertir cada negociación en un calvario ineficaz y lento antes incluso de debatir con la oposición en las comisiones y el pleno.

No habíamos visto algo así desde 1990, al comienzo del gobierno de Alberto Fujimori, o desde el primer gobierno de Fernando Belaunde. Tampoco tuvieron o perdieron la mayoría parlamentaria y ambos desembocaron en la interrupción de la democracia (aunque de signo político opuesto). Esa fue y sigue siendo la consecuencia de la falla en la arquitectura de nuestra democracia. La democracia es la forma de gobierno que debería garantizar la gobernabilidad especialmente cuando el oficialismo no tiene o pierde la mayoría parlamentaria. Pero ese no es nuestro caso. La nuestra es una democracia de baja gobernabilidad y sin equilibrio de poderes, que depende de que el gobierno mantenga como sea la mayoría parlamentaria.

Este gobierno no va a desembocar en la interrupción de la democracia, sin embargo, aunque la economía se deteriore. Esto es porque, simplemente, nadie quiere tumbar al gobierno y hasta la oposición lo apuntalaría si hiciera falta. Lo que quiere el 70 por ciento que, mes a mes, desaprueba en las encuestas la gestión del Presidente y de su esposa es que termine de una vez y se vaya.

“Que sufra mucho, pero que nunca muera”, dice el vals Aurora. Al premier anterior la oposición le hizo ver el hoyo negro negándole la confianza en la primera votación para luego salvarle el pellejo en la segunda. De esa manera le hizo saber a quién debía las gracias. Ese día el gobierno perdió la mayoría parlamentaria. Hoy ya lo sabe. Lo que define el nuevo escenario no es, por eso, que la oposición le otorgue o le niegue la confianza al nuevo Gabinete, sino el hecho de que Ana Jara se vea obligada a tocar las puertas de la oposición para pedirle su apoyo.

Por Jorge Morelli

Jorge Morelli
06 de agosto del 2014

NOTICIAS RELACIONADAS >

El Perú da el ejemplo

Columnas

El Perú da el ejemplo

Vamos, es hora de avanzar. La primera presidente del Perú ha da...

21 de diciembre
Fallido clon de Evo

Columnas

Fallido clon de Evo

El autogolpe de Castillo del 7 de diciembre fracasó por una fal...

14 de diciembre
Cómplices en la hermosa mentira

Columnas

Cómplices en la hermosa mentira

Como hace 30 años, en 1992, el proyecto de ley del Presupuesto ...

30 de noviembre

COMENTARIOS