Dardo López-Dolz

Perú: un julio movido

Castillo puede intentar un discurso disruptivo el 28 de julio

Perú: un julio movido
Dardo López-Dolz
10 de julio del 2022


El presidente Pedro Castillo se ha convertido en un lastre para sus mentores, puede sobrevivir debilitado o ser forzado a dejar el poder. Entre tanto la izquierda peruana, apegada al “manual”, se fragmenta una vez más para evadir el impacto de las consecuencias del fracaso y se apresta a sacrificar chivos expiatorios. Busca prestamente sacudirse la culpa para tentar suerte nuevamente con un frente o alianza, con caras nuevas o renovadas.

Pese a la sospechosa volatilidad de las voluntades de muchos congresistas, la creciente probabilidad de otro mandato presidencial trunco hace que la sucesión presidencial y la construcción del camino de permanencia en la carrera legislativa llenen el espacio político inmediato. Con el proceso para destituir a la vicepresidente Dina Boluarte echado a andar, aunque sin mucho entusiasmo, la campaña de desprestigio contra César Acuña parece destinada a debilitar su imagen, como paso previo a romper el acuerdo por el cual le tocaría a APP dirigir la mesa directiva. Más allá de sus “méritos” propios para merecer la campaña, importa predecir el escenario que se producirá si ese pacto se rompe.

La mejor elección, en el mundo real, se produce siempre entre las opciones existentes al momento de decidir, con la información disponible en ese momento. Y el Perú, como el resto de la región, no pasa por su mejor momento. Por eso las opciones distan mucho de ser calificadas como óptimas; pero por ahora, es lo que hay.

Las mejores cartas de APP para presidir la Mesa Directiva del Congreso son el Gral. Chiabra (cuyos modales castrenses, fuera de lugar en el Congreso, parecen haber alejado las simpatías necesarias para ser elegido); y Gladys Echaíz, quien parece acercarse más fácilmente al consenso. Sin embargo, el peso específico propio de ambos les otorga un grado de independencia de criterios que no parece entusiasmar a César Acuña. Así que su carta puede acabar siendo una de más baja puntuación y de más difícil consenso. 

Si se rompe el acuerdo de rotación en la presidencia del Congreso, el balance de fuerzas y la popularidad aún no repuesta del fujimorismo, puede acabar favoreciendo a Perú Libre, lo que llevaría a Waldemar Cerrón o Guillermo “Puka” Bellido a presidir el Congreso y hacerse de la sucesión presidencial, una vez que Castillo y Boluarte sean vacados o destituidos. Bloquear ese proceso ante el temor de entregarle la Presidencia de la República a uno de ellos igual otorgaría hegemonía de poder político al radicalismo marxista, escenario que se agrava por el entorno regional. Si llega a suceder, analizando la conducta de sus pares ideológicos en la región, difícilmente habrá una salida pacífica en el corto o mediano plazo.

Los congresistas, entre tanto, coinciden casi unívocamente en restituir la bicameralidad. El entusiasmo, más que por la ventaja racional de una segunda cámara reflexiva, parece provenir del hecho de que al desaparecer la posición de “congresista”, al ser reemplazada por senadores y diputados, podrían postular nuevamente sin que técnicamente se produzca una reelección para el mismo cargo o posición.

El foco casi unívoco indicado en el párrafo anterior, conjuntamente con la búsqueda del control de la Mesa Directiva, hace que, pese a prácticamente haber consenso en las razones para destituir a Dina Boluarte de la vicepresidencia, no muestren mayor apuro por ese trámite. De ganar la izquierda el control de la Mesa Directiva, luego los votos pueden no alcanzar ya para la destitución de la Vicepresidente, a pesar que jurídicamente esté probada la multiplicidad de infracciones constitucionales que ha cometido.

Aún siendo un lame duck, o precisamente por serlo, Pedro Castillo puede intentar un discurso con propuestas disruptivas el 28 de julio ante el Congreso, que podría incluir propuestas radicales no contempladas en la Constitución, en un intento de capitalizar el descontento popular y la debilidad y desunión de la derecha peruana. Me refiero a una convocatoria a una asamblea constituyente o un llamado al adelanto de elecciones generales, o una combinación de ambas. Las coordinaciones notorias de un sector de la izquierda radical para generar desórdenes severos en vísperas de Fiestas Patrias abonan a esta hipótesis.

Por otro lado, para nadie es un secreto que Sagasti pretende postular en las próximas elecciones, con el entusiasta apoyo de la izquierda de salón y el trascendido desconcertante entusiasmo de ciertos diplomáticos acreditados en Lima. Pero para ello, Sagasti tendría que sortear un obstáculo muy grande: la extraña coincidencia de ser percibido como enemigo tanto por la derecha parlamentaria como por la mayor parte de la izquierda parlamentaria, que juntos podrían fácilmente encontrar motivos para inhabilitarlo para ejercer cualquier cargo público, lo que le impediría postular a la Presidencia de la República. Su respaldo político orgánico es el diminuto Partido Morado y la gestión tibia de algunos capitanes de empresa aguijoneados por la diplomacia aludida.

En materia de conflictividad social, es importante resaltar que si bien el poblador peruano es tradicionalmente pacífico al protestar, la presencia masiva de operadores políticos bolivianos y venezolanos en el Perú, combinada con delincuentes asalariados de los narcotraficantes (siempre ávidos de generar escenarios que distraigan a la policía) y el MRTA reciclado con nuevas siglas, puede fácilmente desbordar alguna protesta inicialmente pacífica con el objetivo de desestabilizar más el país y vender a la opinión internacional la idea que que existe un respaldo a sus planes de nueva Constitución.

El reciente desatino del PCM de ofender a las FF.AA., tras el secuestro y extorsión de un periodista por “ronderos” chotanos cercanos a Castillo, ha elevado el nivel de hartazgo castrense, produciendo un comunicado del CC.FF.AA. inédito y sumamente duro en su contenido, aun cuando el lenguaje sea protocolarmente respetuoso. Si bien es posible que ese “desatino” sea deliberado, buscando abonar al caos, las consecuencias del daño causado no son necesariamente fáciles de anticipar o controlar. La lógica nos dice que el PCM buscará remover al CC.FF.AA., algo que sin duda añadirá más rocoto a un mes que amenaza ser picante.

Dardo López-Dolz
10 de julio del 2022

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