Jorge Morelli

Pacto de Castillo con Mefistófeles

Las guerras se pierden por luchar contra el enemigo equivocado

Pacto de Castillo con Mefistófeles
Jorge Morelli
20 de abril del 2022


Por 20 años los jóvenes han sido llevados a luchar contra el enemigo equivocado. El enemigo inventó una narrativa falsa para reescribir la historia del Perú en las universidades y los colegios. Creó un falso enemigo. Les hizo repetir a los jóvenes que la política es siempre una cloaca. Les hizo sentir vergüenza de su patria. Los sumió primero en la hipocresía y en el cinismo después, llevados a creer que solo la ironía amarga tiene sentido en la música en serie, en el teatro, en la gritería de la calle. Los llevó a la fuga de la droga, al relámpago del instante.

Y entre bambalinas, detrás de todo eso, había un plan fríamente tramado por el enemigo para capturar el poder. Un plan de 20 años en tres etapas: desmoralización de los peruanos, desestabilización, terror.

Las guerras se pierden por luchar contra el enemigo equivocado. Pedro Castillo no es el verdadero enemigo. Lo son La Habana, Caracas, Evo Morales y sus socios locales. El enemigo tiene además un brazo legal, la Corte Interamericana de Derechos Humanos, que viola impunemente la soberanía del Perú con la ayuda cómplice de los tontos útiles de la caviarada local.

Castillo necesita sacar al enemigo de su entorno si quiere evitar el desplome de su gobierno. Dio un primer paso en la dirección correcta al rechazar de manera pública el caballo de Troya de la asamblea constituyente. El segundo paso es romper ahora pública y definitivamente con el enemigo de La Habana. Solo eso daría la estabilidad política necesaria a un nuevo gabinete.

Sin embargo, el presidente se ha detenido en su giro y vacila extrañamente ante el enemigo. Sabe que ello completaría su transición hacia un gobierno viable. Pero la vacilación –no cabe otra lectura– se debe al temor de que pueda revelarse su pacto original con el enemigo. Castillo se halla en la trampa del Fausto de Goethe, luego de firmar su pacto con Mefistófeles. Llegó al gobierno, solo para descubrir que se puede tener el gobierno y no tener el poder.

Esa ha sido la jugada diabólica del enemigo, que se propone destruir el país para tomar luego el poder. Lo que está en juego son los minerales, los alimentos y la pesca del Perú, los recursos para sostener al castrochavismo ahora que la era del petróleo llega inexorablemente a su fin. La soberanía del Perú no está subordinada a la de otro país, menos aún a la jurisdicción de una organización supranacional que hace política disfrazada de justicia.

Si dar ese paso supone enfrentar el peligro de que el enemigo haga efectivo su chantaje y revele su pacto, Castillo debería hacerlo sin temor. La Habana no puede extorsionar eficazmente al presidente del Perú, porque se comprometería a sí misma en el camino. Por eso es un riesgo que vale la pena correr. El presidente debería saber que los peruanos lo respaldarán en la causa que lidere ante el asedio del enemigo en defensa de la soberanía de su patria.

Jorge Morelli
20 de abril del 2022

NOTICIAS RELACIONADAS >

El Perú da el ejemplo

Columnas

El Perú da el ejemplo

Vamos, es hora de avanzar. La primera presidente del Perú ha da...

21 de diciembre
Fallido clon de Evo

Columnas

Fallido clon de Evo

El autogolpe de Castillo del 7 de diciembre fracasó por una fal...

14 de diciembre
Cómplices en la hermosa mentira

Columnas

Cómplices en la hermosa mentira

Como hace 30 años, en 1992, el proyecto de ley del Presupuesto ...

30 de noviembre

COMENTARIOS