Opinión: “Al pie del cañón”

Pedro Pablo Kuczynski, el pasado lunes, nos dejó otra muestra de que cada vez se encuentra más alejado de la realidad. Esta vez lo hizo desde sus redes sociales, en las que, con un ánimo apaciguador, recomendó dejar atrás las críticas a su labor como presidente de la República, sosteniendo que cada una de sus decisiones fueron tomadas en aras de contribuir al progreso y desarrollo del país. Incluso se animó a decir que bajo ningún motivo dejaría la Presidencia, que pasaría por alto cualquier intención “maliciosa” que pretendiera hacerlo desistir del cargo y que seguiría —según dice— “al pie del cañón”.

Esa última frase, para Kuczynski representaría —probablemente— una demostración de firmeza frente a la avasalladora lluvia de críticas que azota a Palacio de Gobierno. Pero para nosotros, los que vivimos (o padecemos) cada una de las decisiones que fueron producto de una evidente falta de liderazgo en su gestión, no significaría más que una innecesaria e inútil muestra de falso heroísmo.

Así que, por lo visto, lo mejor sería pensarlo dos veces antes de utilizar esa clase de mensajes para recobrar la confianza perdida, ya que no hace más que reafirmar lo que la mayoría de los peruanos piensa sobre toda esta situación: “El problema no es que usted sea vacado, sino que se quede”. Ante esto, y ante la innegable falta de criterio y responsabilidad que viene mostrando al mando del Ejecutivo, resultaría sorprendente que permanezca en el puesto que nosotros —los ciudadanos— le hemos dado. Pero resultaría aún más sorprendente que se atreva a seguir con cada una de las mentiras que lo han caracterizado a usted y a su Gobierno.

Y es que la firmeza de actitud de la que tanto alardea es precisamente de lo que más carece. Solo nos basta revisar cada una de las declaraciones que ha dado a los medios sobre diversos temas, en las que demostró nunca tener una postura clara, en las que saltaban a la vista contradicción tras contradicción, y en las que prefirió tildar de comunistas a todos aquellos que mostraban alguna inconformidad.

Así es como lo conocemos, señor presidente, así es como usted se dio a conocer. Solo no vaya a creer que esto es una suerte de conspiración.