Heriberto Bustos

Nunca es demasiado tarde

La indiferencia es una amenaza silenciosa en tiempos de corrupción

Nunca es demasiado tarde
Heriberto Bustos
02 de enero del 2025


Cuando la indignación frente a hechos que afectan el funcionamiento de la sociedad se vuelve necesaria, nunca será excesivo insistir en tratarlos una y otra vez. Esto es especialmente cierto con situaciones lamentables o aberrantes que suceden a diario, despertando nuestra rabia de forma fugaz, apenas sostenida por el impacto momentáneo de las noticias, para luego dar paso a la indiferencia.

El año pasado, antes de despedirse, dejó una inquietante advertencia al exponer casos que evidencian el uso del sicariato como herramienta para eliminar testigos clave en actos de corrupción e inmoralidad en las altas esferas del poder. Como ejemplo de esta alarmante práctica, está el asesinato de Andrea Vidal Gómez, una ex trabajadora del Congreso, quien fue interceptada por sicarios mientras viajaba en un taxi. Este crimen, que también cobró la vida del conductor, parece estar relacionado con un esquema de intercambio de favores sexuales y proxenetismo dentro del Congreso Nacional, liderado por personajes influyentes que podrían involucrar incluso a altos funcionarios.

Otro caso inquietante es la muerte de Nilo Burga, presidente de FrigoInca, en el marco de investigaciones sobre corrupción vinculadas al programa Qali Warma. Las versiones oficiales iniciales, como la declaración del entonces ministro del Interior, Juan José Santiváñez, descartaron violencia y sugirieron un suicidio. Sin embargo, agentes de la División de Homicidios de la Policía Nacional señalaron que las heridas en el cuerpo y la posición en que fue encontrado indicaban claramente un asesinato.

Si bien corresponde al Poder Judicial y a la Fiscalía desentrañar la verdad, nos queda una esperanza —aunque tenue— de que estos casos no estén relacionados con un uso “oficial” del sicariato. De ser así, aquellos involucrados en actos de corrupción tendrían que enfrentar sus responsabilidades con honor y considerar revelar lo que saben antes de convertirse en las próximas víctimas.

A todos los ciudadanos nos corresponde reconocer que la indiferencia abre las puertas al avance del mal, impidiendo la construcción de una sociedad armónica. Esto recuerda el poderoso mensaje inscrito en el Museo Memorial del Holocausto de los Estados Unidos, atribuido al pastor luterano Martin Niemöller:

“Primero vinieron por los socialistas, y yo no dije nada, porque yo no era socialista.
Luego vinieron por los sindicalistas, y yo no dije nada, porque yo no era sindicalista.
Luego vinieron por los judíos, y yo no dije nada, porque yo no era judío.
Luego vinieron por mí, y no quedó nadie para hablar por mí”.

Este llamado a la acción nos recuerda que la pasividad y la indiferencia ante el mal solo perpetúan su avance.Nuestra responsabilidad como ciudadanos es clara: debemos comprometernos con la defensa de los derechos y la dignidad humana. Como señaló Simón Bolívar:

“El hombre de honor no tiene más patria que aquella en que se protegen los derechos de los ciudadanos y se respeta el carácter sagrado de la humanidad”.

Nunca será demasiado insistir en movilizar las mentes y los corazones de los ciudadanos para comprometerlos con el futuro del país.

Heriberto Bustos
02 de enero del 2025

NOTICIAS RELACIONADAS >

Envueltos en la hoguera de la maldad

Columnas

Envueltos en la hoguera de la maldad

  Con la llegada de la Navidad, una fecha que suscita diversas r...

19 de diciembre
Secuestrados por la informalidad política

Columnas

Secuestrados por la informalidad política

La informalidad es un concepto generalmente asociado a la actividad ec...

12 de diciembre
La verdad, la democracia y la lucha contra la mentira

Columnas

La verdad, la democracia y la lucha contra la mentira

En los últimos años, hemos sido testigos de cómo ...

05 de diciembre

COMENTARIOS