Cesar Gutierrez
No hay capacidad para atender al coronavirus
Grave riesgo de que la situación se salga de control
Hasta el momento el análisis del impacto coronavirus en nuestro país se estuvo haciendo en el terreno económico: devaluación con una influencia inflacionaria, caída de la demanda interna y externa, así como posible disminución de la oferta de determinados bienes por carencia de insumos provenientes de China, fueron las variables comentadas por los especialistas.
En lo que respecta al tema de la política de salud, la crítica empezó por la aparición del mandatario Martín Vizcarra anunciando las medidas que se tomarían, teniendo a su lado a la Ministra de Salud, a quien no se le dio oportunidad de pronunciar palabra alguna. La actitud se podía interpretar desde dos puntos de vista: afán de protagonismo y un intento de cambiar el eje a la agenda de opinión pública, que en los últimos días había estado complicada para el Ejecutivo por señalamientos a cuatro ministros: Producción, Transportes y Comunicaciones, Energía y Agricultura.
No se reparó sobre la capacidad de atención del sistema de salud ante el primer caso detectado (el pasado viernes). A la fecha (11 de marzo), los casos han llegado a 15 y las limitaciones de atención, tanto del Ministerio de Salud (Minsa) y Essalud, han quedado de manifiesto.
En una segunda intervención televisiva del mandatario, hoy día, afirmó con una ligereza sorprendente que: “las revisiones en el Aeropuerto Internacional Jorge Chávez son aleatorias porque son demasiadas las personas que ingresan al país”. Queda clarísimo que pueden estar ingresando una serie de personas que portan el virus y que no se les identifica. Si bien es cierto que se ha establecido una cuarentena por los próximos 15 días para las personas que arriben de Italia, Francia, España y China, las que llegan de otros países complican el cuadro.
La atención a través de las líneas que han puesto a disposición de los ciudadanos tanto el Minsa como Essalud, es muy limitada. En el primer caso, ha quedado demostrado públicamente que no hay respuesta durante largos periodos; y en el segundo, hay respuesta telefónica, pero la atención es sumamente lenta.
El Gobierno está mostrando solo voluntad; no hay planificación alguna, y se necesita transmitir confianza en la respuesta estatal. El pánico va in crescendo, generando aprovisionamientos exagerados que producen escasez. Ha empezado con mascarillas, desinfectantes y jabones, y continuará en los mercados con los productos de primera necesidad.
El Gobierno tiene que ordenarse y mostrar algunas cifras que den señales de trabajo serio, que inmediatamente se traduzcan en atención oportuna en el terreno de los hechos. Es importante que se precise cuál es el estimado de diagnósticos diarios que se prevén, la cantidad de profesionales de la salud necesarios, la cantidad de reactivos adquiridos para los diagnósticos y la programación de las adquisiciones para que no haya carencias, los centros de salud del Minsa y Essalud, que cuentan con el reactivo de diagnóstico, la cantidad de respiradores que se disponen en cada lugar de atención (la carencia de estas máquinas ha sido la principal causa de muertes en Italia). Con esta información se sabrá el monto de recursos adicionales que necesitarán el Minsa y los fondos que habrá que tomar de la reserva de Essalud.
Las cosas no quedan allí. Tendría que garantizarse que en los centros de educación estatales de todo nivel, exista baños en buen estado, disponibilidad de agua y desagüe, así como jabones y desinfectantes. Como se podrá inferir, no todos son buenos deseos, hay muchas aristas y corresponde al Ejecutivo trabajar organizadamente. Lamentablemente, por lo que vemos, no presagiamos nada bueno. Se vienen momentos difíciles para el país.
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