Piero Gayozzo
¿Movadef en las aulas? El caso San Marcos
Una universidad que vivió el terror senderista en sus aulas
La organización terrorista de ideología marxista Sendero Luminoso se alzó en armas contra el Estado peruano en una sangrienta cruzada que inició en 1980 en Chuschi, Ayacucho. Luego de una década de aterrorizar a la población, en 1992, su líder Abimael Guzmán fue encarcelado y, con ello, la violencia marxista cesó. No conformes con su derrota, años después Sendero Luminoso se planteó una nueva estrategia para sobrevivir al encarcelamiento. Sus remanentes ideológicos se reunieron y, buscando una “amnistía general” para sus militante, volvieron al ruedo. Su objetivo era liberar a Abimael Guzmán y su cúpula. Es así que Sendero Luminoso se camufló bajo una nueva fachada política llamada Movimiento por la Amnistía y Derechos Fundamentales (Movadef).
El 2011, el Movadef intentó inscribirse como partido político por su cuenta y el 2015 mediante una nueva fachada, el FUDEPP. En ambas ocasiones su inscripción fue rechazada. El pasado 28 de octubre el Poder Judicial ordenó la disolución del Movadef, el cierre de sus locales y condenó a entre 16 y 35 años de prisión a sus dirigentes. Luego de un largo proceso judicial y de la ejecución de múltiples operativos policiales, como los emblemáticos Perseo y Olimpo, la incursión del brazo político de Sendero Luminoso llegó a su fin.
El Pensamiento Gonzalo ha sido vencido militar y ahora políticamente; sin embargo, diría que su sombra aún permanece en las aulas. El 29 de octubre, la Federación Universitaria de San Marcos (FUSM) no tuvo mejor idea que emitir un comunicado defendiendo al Movadef. De acuerdo al texto, los miembros de dicha organización eran perseguidos políticos y víctimas del sistema que criminaliza sus ideas. Tras tantos años de desangramiento, un mensaje como ese resulta insultante, aún más si proviene de estudiantes de la mejor universidad pública del país.
Es triste, pero existe aún en el imaginario de ciertos estudiantes confundidos la creencia de que el Movadef fue injustamente desarticulado y de que sus miembros eran luchadores del pueblo que buscaban una sociedad más justa y sin opresión. Resulta curioso que, en la UNMSM, que vivió el terror senderista en sus aulas, todavía se comparten estas ideas. No son muchos, pero aún hay quienes con pesar protestan por la investigación contra quienes enarbolan el Pensamiento Gonzalo. Con esto podemos evidenciar que, aunque en pocos, las ideas de Sendero Luminoso aún permanecen en las aulas y que no fue vencido en el plano educativo, todavía.
A pesar de lo anterior, no son los individuos que abiertamente defienden al Movadef los que deben preocuparnos más, pues difícilmente cambiarán sus ideas. A estos estudiantes solo queda reducirlos al ostracismo e investigarlos por apología al terrorismo. Quienes deben preocuparnos son la gran mayoría que no reclamó ante el uso de los canales oficiales de la FUSM para compartir semejante pronunciamiento. Ese grupo de estudiantes, que pasó por agua tibia la más descarada defensa de una peligrosa agrupación, es el que debe preocuparnos. Sobre todo, porque desconocen qué fue Sendero Luminoso, porque no entienden el trasfondo del Pensamiento Gonzalo, porque tienen miedo de manifestar su opinión o simplemente porque la emoción vence a su razón e ingenuamente creen en los slogans de “luchadores del pueblo” y “persecución política”.
Si el Pensamiento Gonzalo vuelve a surgir será por el desinterés de las personas, por la victimización de los que defienden a Sendero Luminoso, por el blindaje que le brindan otras agrupaciones izquierdistas y por el temor de algunos a denunciar a sus conocidos. Mientras el Pensamiento Gonzalo siga vivo en las aulas será peligroso y, aunque tarde muchos años, podría aguardar a tomar nuevo rostro para contraatacar. Movadef, Sendero Luminoso y el marxismo deben ser rechazados abiertamente y sin temor alguno. Falta extirpar sus ideas de las aulas para poder gritar: ¡victoria!
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