Eduardo Vega
Más dignidad y lógica en la protesta
¿Por qué tanta violencia? ¿Por qué las máscaras?

El último fin de semana, hubo una movilización para llevar a cabo una marcha “pacífica” entre diferentes colectivos y protestar en contra del Gobierno de Dina Boluarte y el Congreso, puesto que la gestión que vienen realizando, deja mucho que desear. Peor aún si tenemos en cuenta que las reformas realizadas al ya desprestigiado sistema de pensiones, resultan poco claras o aceptables para la gran mayoría.
Al ver los recuentos de la marcha, me vinieron a la cabeza algunas preguntas, sobre aspectos que ensombrecen su objetivo: ¿por qué marchar en fin de semana al Congreso si se sabe que, en esos días no trabajan los parlamentarios? ¿Por qué siempre que hay marchas, existe una gran cantidad de gente que se cubre la cara mientras expresa su malestar? ¿A qué le tienen miedo? ¿Van con una segunda intención?
¿Si la marcha es pacífica, por qué hay enfrentamientos con la policía? ¿Acaso quienes marchan “pacíficamente”, no pueden aceptar que haya un límite hasta donde pueden desplazarse? ¿Qué sentido tenía llegar al Congreso si no había quien los atendiera?, ¡Peor aún, de noche! ¿Era razonable que la policía permita que se violente ese recinto?
¿De dónde sacan palos los manifestantes? ¿Por qué lanzan piedras? ¿Por qué llevan combustible? ¿Por qué lanzaron un cóctel molotov al Poder Judicial? ¿Cómo esperan que actúe la policía si no se acatan las disposiciones que dan a la sociedad? ¿Qué esperan que pase cuando se enfrentan a golpes con la autoridad? ¿Por qué tienen que hacer pintas en las paredes? ¿Por qué se registraron agresiones a periodistas si se supone que son neutrales? ¿Por qué destruyen la señalización de la ciudad?
¿Alguien ha recibido algún pliego formal con los reclamos? Porque decir que estamos hartos ya está bastante trillado, sobre todo si tomamos en cuenta que nuestros gobernantes son fiel reflejo de los votos de quienes marchan ¿o creen que todos nacieron después del 2003?
Recuerdo que alguna vez la congresista Sigrid Bazán dijo en medios: “Si la protesta no es pacífica no genera cambios”. Y si a esto sumamos, la campaña de relativización de los eventos que hicieron algunos periodistas señalando que “las piedras no las llevan los manifestantes, sino que están allí”, como si la Av. Abancay fuera un empedrado colonial; o que las bombas molotov “no son armas porque se arman allí”; esto, junto al cuento de la “generación Z”, me da la impresión de que se está cocinando un “Merinazo II”, como el de la generación bicentenario, o “generación equivocada”, que terminó defendiendo a un nefasto como Vizcarra.
Creo que hay prensa jugando un papel perverso, promoviendo la marcha para que Dina Boluarte deje la presidencia. Si no, ¿cuál es el interés para mover a la gente a salir a protestar? Recuerden, las autoridades que tenemos, son el resultado de lo que estos mismos promotores pusieron en frente como solución.
¿Qué razón tendría la gente de protestar contra Dina Boluarte? A criterio de la izquierda, ¡Dina sería una dama comedida y adorable, frente a lo que pudo haber hecho Keiko! Siguiendo esa línea, si Keiko lo hubiera hecho peor, ¿Por qué marchan? ¡Están frente a la receta correctamente promovida en la elección del 2021! Obviamente esto es absurdo; entonces queda claro que se están burlando de todos, manipulando a los jóvenes una vez más.
La próxima vez que le pidan salir a marchar, pregúntese ¿para qué marcho? Si estoy exigiendo algo justo, ¿por qué tengo que ser violento? ¿Por qué máscaras? ¿De quién me escondo? ¿El policía no es humano también? ¿Se le pueden lanzar piedras, palos y molotov? Solo cuando un reclamo se hace de manera razonable se vuelve efectivamente atendible, a trompadas no resolveremos nada.
¡El Gobierno actual es paupérrimo! Las próximas elecciones son en seis meses; ¿Cuál es el apuro? Lamentablemente, si Dina Boluarte deja el poder mañana, nadie podrá hacer algo productivo en los 10 meses restantes. ¡Guarden el ímpetu para exigir a los partidos candidatos de calidad!
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