Sergio Diaz
Luis Alberto Spinetta y Pescado Rabioso
Una travesía por el laberinto de Artaud
A casi 51 años de su lanzamiento, Artaud, el icónico álbum de la banda argentina Pescado Rabioso, nos sigue invitando a explorar un universo sonoro donde la poesía, el arte y la locura se entrelazan de forma única. Surgido en un contexto social y político convulso, este disco se ha convertido en un pilar del rock latinoamericano. Más allá de su música, Artaud propone una inmersión profunda en la complejidad de la existencia y la búsqueda de la autenticidad, temas que resuenan en sus melodías y letras cargadas de simbolismo.
Tras la disolución de Almendra en 1970, Luis Alberto Spinetta decidió formar Pescado Rabioso en 1971, junto a Osvaldo Frascino en el bajo, Juan Carlos "Black" Amaya en la batería y Carlos Cutaia en teclados. Posteriormente, tras la salida de Frascino, el joven David Lebón se unió a la banda, añadiendo su toque personal en la guitarra rítmica. A diferencia de Almendra, Pescado Rabioso se destacó por un sonido más crudo y agresivo. La banda hizo su debut oficial el 5 de mayo de 1972, y comenzó a participar en festivales en Buenos Aires y La Plata, logrando destacarse en el circuito musical. Su primer álbum, Desatormentándonos, fue lanzado en ese mismo año, dejando una marca con su estilo rebelde y visceral.
En septiembre de 1972, la banda inició la grabación de su segundo disco, el álbum doble Pescado 2, que vio la luz a comienzos del año siguiente. El título hacía referencia a la estructura del disco: "Pescado" como la primera parte y "2" como la segunda. Entre las canciones más destacadas del álbum se encuentran “Credulidad”, “Despiértate Nena” y “Post-Crucifixión”, piezas que revelan un sonido más duro, con letras crudas y provocadoras. Sin embargo, las tensiones internas dentro del grupo comenzaron a crecer durante la grabación. Mientras Amaya, Lebón y Cutaia se inclinaban hacia un sonido más cercano al blues, Spinetta prefería seguir un camino más experimental y lírico. Esto provocó la ruptura de la banda, dejando a Spinetta como su único integrante.
Después de la separación, Spinetta decidió grabar nueve canciones compuestas por él mismo, pero optó por firmarlas bajo el nombre de Pescado Rabioso. Esto respondió a dos razones: por un lado, no le agradaba la idea de que el disco llevara solo su nombre; por otro, quería reafirmar que Pescado Rabioso era, esencialmente, su creación. En el álbum aparece una nota escrita por el propio Spinetta con un tono entre sarcástico y desafiante:
"Pescado Rabioso es una idea musical creada en 1971 por Luis Alberto Spinetta. A través de esta idea tocaron en grabaciones y actuaciones los siguientes músicos: Juan Carlos Amaya, Osvaldo Frascino, Carlos Miguel Cutaia y David Oscar Lebón. Los músicos que aparecen en este disco solo están ligados a la idea de Pescado Rabioso por las circunstancias de la grabación y a expreso pedido de Luis Alberto Spinetta."
El álbum fue bautizado como Artaud en honor al poeta francés Antonin Artaud, y está dedicado a su figura. Spinetta explicó en una entrevista en 2014: “Quiero aclarar que le dediqué ese disco a Artaud, pero en ningún momento tomé sus obras como punto de partida. El disco fue una respuesta al sufrimiento que te acarrea leer sus obras”. Incluso desde la portada, diseñada por Juan Orestes Gatti, el álbum ya se presenta como una obra irrepetible: el particular diseño en forma de trapecio irregular, pintado en verdes y amarillos, hace referencia a una carta en la que Artaud menciona estos colores como símbolos de la vida y la muerte.
Durante el proceso creativo del disco, Spinetta se sumergió en dos obras fundamentales del autor francés: Heliogábalo, el anarquista coronado y Van Gogh, el suicidado por la sociedad. Este último, junto con las cartas entre el pintor holandés y su hermano Theo, influyó en la composición de “Cantata de Puentes Amarillos”, la pieza más emblemática del disco. Además, el álbum revela facetas autobiográficas de Spinetta, como en el caso de “Todas las hojas son del viento”, canción dedicada a una antigua pareja suya, quien le había confesado estar indecisa sobre tener un hijo.
Los temas de Artaud se han convertido en verdaderos himnos de reflexión para generaciones de oyentes. Desde “Todas las hojas son del viento” hasta “Cementerio Club” y “Las habladurías del mundo”, el álbum explora profundidades emocionales y existenciales con una intensidad conmovedora. Lejos de ser una obra de fácil acceso, Artaud es una joya que brilla con un resplandor enigmático, capaz de hacer que lo más simple se sienta intrincado y profundo. Con solo 23 años, Spinetta logró crear uno de los pilares fundamentales del rock en español. Para quienes aún no han tenido la oportunidad de escucharlo, esos 36 minutos y 56 segundos son una experiencia que deja con ganas de más.
Octubre es el mes de Artaud, el mes en que, hace 51 años, el legado de un genio incomprendido se convirtió en inmortal.
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