Alejandro Arestegui

Liberen a la aviación (I)

Un análisis de la precaria situación de la aviación en el Perú

Liberen a la aviación (I)
Alejandro Arestegui
07 de junio del 2024


El avión en las últimas décadas se ha vuelto el medio de transporte por excelencia en prácticamente todo el mundo. Su rapidez y seguridad lo convierte en una de las innovaciones más importantes y prácticas del siglo pasado. Sin embargo, la aviación presenta muchos obstáculos e impedimentos, no solamente de tipo tecnológico, sino que en muchos países presenta barreras de tipo burocrático. Nuestro país es claro ejemplo de que la industria de la aviación no puede florecer y prosperar por culpa del estado. En esta primera parte analizaremos la precaria situación en la que se encuentra la industria de la aviación en nuestro país y cuál es la nefasta contribución del estado a este problema.

La aviación comercial en el Perú comenzó hacia la década de 1920. En 1928, se fundó la Compañía de Aviación Faucett, conocida como Faucett Perú, por el aviador estadounidense Elmer J. Faucett. Esta aerolínea es considerada una de las pioneras en la aviación comercial peruana y una de las más antiguas de América Latina. Posteriormente en 1933 se fundaría Aerovías Peruanas, la que a la postre sería la famosa Aerolíneas Peruanas S.A. (APSA), que data de 1956. En la década de los 70s el gobierno del izquierdista Velasco Alvarado le hizo mucho daño a la industria de la aviación, amenazando con nacionalizar todas las compañías privadas existentes hasta la fecha. Producto de eso fue la desaparición de la mejor aerolínea que pudo haber tenido en nuestro país e incluso Latinoamérica: Aerolíneas Peruanas (APSA). Esta aerolínea que con su famoso avión a propulsión Convair 990A Fanjet pudo hacer vuelos directos a Madrid, París o Londres en plena década de los 60. Este magnífico avión que volaba a unos impresionantes 990 km/h iba difundiendo la cultura peruana a través de sus anuncios e incluso el uniforme de su personal, brindando servicios y comodidades de primera calidad, envidiables hasta para una aerolínea europea. Cabe resaltar también que Aerolíneas Peruanas es de las pocas aerolíneas en el mundo que nunca tuvo un accidente aéreo. La segunda ola de privatización de las aerolíneas vino con el gobierno de Fujimori en los años 90, sin embargo, también vio el fin de aerolíneas históricas como Aeroperú o Faucett. 

Durante los primeros años del siglo XXI, aerolíneas como Aero Continente enfrentaron problemas legales y de seguridad, lo que llevó a su cierre en 2004. LATAM Perú (anteriormente LAN Perú) se consolidó como la aerolínea líder en el país, ofreciendo una amplia red de destinos nacionales e internacionales. La década de 2010 vio la entrada de nuevas aerolíneas como Star Perú y Peruvian Airlines, que contribuyeron a la competencia en el mercado. Sin embargo, Peruvian Airlines cesó operaciones en 2019 debido a problemas financieros. La pandemia del covid-19 afectó gravemente a la industria aérea mundial, incluyendo la peruana. Varias aerolíneas tuvieron que ajustar sus operaciones y algunas, como TACA Perú (subsidiaria de Avianca), dejaron de operar. LATAM Perú continúa siendo la aerolínea más grande del país, con 2-3 aerolíneas menores que tratan de arrebatarle algo de cuota de mercado.

Aquí surge la mayor parte de los problemas de la aviación comercial peruana. La baja cantidad de aerolíneas en el mercado nacional hace que haya poca competencia y los pasajeros sigan afrontando tarifas aéreas relativamente altas, algo que ni siquiera las aerolíneas “low-cost” han podido resolver. La infraestructura de aeropuertos y pistas en nuestro país es tan pobre que seguimos con problemas de centralismo. Por ejemplo, si un pasajero desea tomar un vuelo de Arequipa a Tacna tiene que dirigirse primero a Lima para hacer escala y luego tomar el avión a Tacna, demorándose en el trayecto total casi lo mismo que viajar en carretera. Cabe resaltar que, si leemos la bibliografía sobre la historia de la aviación comercial peruana, podemos constatar que la mayoría de accidentes aéreos en la historia de nuestro país han sido en su mayoría por negligencia de los controladores aéreos y fallas del sistema de luces y guiado. Y es aquí donde entra la nefasta participación del estado. No solamente debido a que los sucesivos gobiernos no se han preocupado por la infraestructura aérea, sino porque además ha mantenido la presencia estatal en los servicios que implica un correcto funcionamiento de la aviación comercial. 

A pesar de los constantes desarrollos tecnológicos y de que estamos en pleno siglo XXI, accidentes graves como el que ocurrió el 18 de noviembre del 2022 causaron la muerte de bomberos inocentes. Incluso el más reciente problema del sistema de luces del aeropuerto Jorge Chávez que ocasionó el desvío de más de 180 vuelos nacionales e internacionales el pasado 2 de junio son muestra de la inoperancia y error humano. No es posible que sigamos con personas tan negligentes encargadas de dirigir el tráfico aéreo en uno de los hubs de conexiones más importantes de Sudamérica. Hasta hace sólo dos años el aeropuerto más importante del Perú contaba sólo con una pista de despegue/aterrizaje y al paso que vamos el nuevo terminal internacional será terminado en 2026. Es por ello que nos preguntamos ¿Cuáles son los motivos por los cuales el Ministerio de Transportes y el gobierno en general no quieren privatizar totalmente los aeropuertos? Si seguimos así no podremos incentivar sectores económicos trascendentales como lo es el turismo. Si seguimos con la propiedad estatal de las instalaciones aéreas, dándoles una tibia privatización a través de las concesiones vamos a seguir teniendo resultados nefastos como los del aeropuerto Jorge Chávez o los del nuevo aeropuerto de Chincheros en Cusco. Esto sumado al abandono del resto de aeropuertos del país como lo son el aeropuerto de Jauja (que está casi derruido) o el aeropuerto de Chachapoyas.

En la siguiente entrega proponemos una solución a la problemática de la aviación comercial en el Perú tomando el valioso ejemplo que un economista estadounidense realizó para poder liberalizar las compañías aéreas y los aeropuertos. Veremos cómo este valioso aporte logró la democratización de las aerolíneas, logrando tarifas aéreas para todos los bolsillos y aumentar la cantidad de destinos y periodicidad de los vuelos.

Alejandro Arestegui
07 de junio del 2024

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