Hugo Neira

La sociedad heteronómica

El sujeto manipulado por las ideologías de masas

La sociedad heteronómica
Hugo Neira
03 de julio del 2023


La
heteronomía es un concepto que aplica a la sociedad peruana. En griego, hetero es el otro. Lo que influye fuera de uno. Y heteronómico es el individuo que se determina por algo externo. El concepto de heteronomía es técnico, procede de la filosofía, se opone al de autonomía, y procede de Immanuel Kant. Ahora bien, no es un concepto más sino uno decisivo. En el kantismo, por razones morales, es una falta “si un agente individual o colectivo no se da a sí mismo la ley a la que está sometido”. La heteronomía impide al individuo asumir su libertad y su responsabilidad si se deja llevar “por principios que lo hacen depender de objetos exteriores”, dice el filósofo francés Luc Foisneau (Encyclopédie Philosophique Universelle, “Les Notions Philosophiques”, PUF, París, 1990). Es más que eso, es una tara: la heteronomía de la voluntad “es la fuente de todos los principios ilegítimos de la moralidad” (Kant, Fundamentación de la metafísica de las costumbres).

En nuestro tiempo, el filósofo Castoriadis recupera el concepto de Kant para un uso sociológico, psicológico y ético. El individuo se degrada en la heteronomía y entonces no es un ser autónomo, “sino alguien que toma decisiones desde el exterior de su mismidad”. Es el caso del sujeto manipulado por las ideologías de masas, la propaganda emocional de los autoritarismos o la seducción de un líder carismático. O alguna religión opuesta a la modernidad. Castoriadis —economista, filósofo, comunista griego, desencantado por el estalinismo— emigra a Francia y junto a Edgar Morin, fueron la crítica de izquierda del comunismo, con la revista Socialisme ou Barbarie, que salió entre 1949 y 1965. Castoriadis se propuso, como lo dijo Patricio Lóizaga en su Diccionario de pensadores contemporáneos (Emecé, 1996), “repensar en todos sus aspectos la sociedad”. Fue profesor en la École des Hautes Études en Sciences Sociales en París, donde me formé. No se puede resumir semejante esfuerzo en una columna, pero podemos citar a Lóizaga: “La enfermedad de las sociedades modernas es que esperan que el sentido de la vida y de su muerte les sea provisto por otra persona, institución o Estado”. En cambio, Castoriadis sostuvo que “el sentido de nuestra existencia ya no nos puede ser dado por una religión o una ideología, sino que somos nosotros mismos los que debemos crearlo”. 

Ahora bien, la heteronomía ocupa un espacio inmenso en la historia de la vida intelectual del Perú. O es la religión, como lo expliqué en mis libros y hace poco en este portal (somos los hijos de la Contrarreforma, de un catolicismo estatal, crecimos en un imperio hostil a la modernidad, “La mentalidad tridentina y sus herederos”), o son las “leyes de la historia”, el marxismo, las que determinaron las grandes escuelas de pensamiento político.

Hugo Neira
03 de julio del 2023

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