Alejandro Arestegui
¿La gran manzana roja?
Análisis del perfil y las propuestas del alcalde electo de Nueva York
El pasado 4 de noviembre se realizaron elecciones para la alcaldía de Nueva York, una de las ciudades más pobladas y reconocidas del mundo entero. Lo que sorprendió a muchos fue quién ganó estas elecciones: un inmigrante, de religión musulmana y sobre todo, autodenominado “socialista democrático”. Este personaje se llama Zohran Mamdani, alguien verdaderamente caricaturesco, lleno de ironías y de contradicciones incluso en su vida personal. Sin embargo, lo más resaltante para muchos es la aceptación y asimilación de una parte de la ciudadanía de su discurso, calificado por muchos de “radical”.
Ante una severa crisis de la izquierda a nivel mundial, sus militantes estaban buscando desesperadamente un líder con cierto reconocimiento que sea capaz de ganar una elección en un lugar igualmente conocido. Es por eso que ahora medios no solamente del ala izquierdista de la política norteamericana, sino también de la izquierda mundial se deshacen en elogios frente a Zohran Mamdani. Para aquellos que no sigan con detalle la política norteamericana, haremos un breve resumen de su vida y su trayectoria política.
Zohran Mamdani nació en la nación africana de Uganda en 1991. Su madre es la cineasta indo-estadounidense Mira Nair y su padre el académico ugandés-indio Mahmood Mamdani. Por tanto, Mamdani desciende de los migrantes del subcontinente indio asentados en el sudeste de África. A los 7 años migró a los Estados Unidos con su familia. Algo oculto convenientemente por la mayoría de medios izquierdistas es que, la familia de Mamdani, aun siendo migrante, gozaba de buena posición económica, por lo que no podemos decir que Zohran Mamdani es “un hombre del pueblo” como nos los quieren vender. A pesar de la fortuna familiar, Mamdani ha declarado solamente un patrimonio personal de US$ 200,000. Se graduó en 2014 del Bowdoin College con una licenciatura en Estudios Africanos. Durante su juventud trabajó como consejero para prevenir ejecuciones hipotecarias en el barrio de Queens ayudando a inquilinos y propietarios insolventes.
La carrera política de Mamdani comenzó en el año 2020 cuando postuló para la asamblea del estado de Nueva York representando al distrito 36, cargo al cual accedió tras ganar la elección. En octubre del año pasado anunció su candidatura para la alcaldía de Nueva York. Está adscrito dentro del Democratic Socialists of America, la rama más izquierdista del partido demócrata. Dentro de sus propuestas encontramos medidas populistas y que significarán un coste muy alto para el contribuyente neoyorkino. A su vez, dichas propuestas y medidas que aparentemente va a implementar durante su alcaldía son una respuesta ante los problemas sociales que enfrenta una de las ciudades con el coste de vida más alto de todos los Estados Unidos e incluso del mundo.
Uno de los problemas más grandes que atraviesa a Nueva York es el tema de la vivienda, por lo que Mamdani propuso congelar los alquileres para las unidades con “rent stabilized” (un tipo de renta estatal al cual acceden ciertas personas de bajos recursos, pero que su oferta es limitada). Mamdani también propuso la creación de una agencia de desarrollo de vivienda social para construir decenas de miles de unidades asequibles en 10 años. Aumentar la densidad de vivienda cerca del transporte público para expandir opciones de vivienda en su última gran propuesta en el aspecto inmobiliario.
Otro enorme problema que atraviesa a Nueva York es el tema del transporte. Para esto el electo alcalde Mamdani propone convertir los autobuses de la ciudad en “gratis” (o tarifa cero) como parte de la movilidad pública accesible. Buscará además presionar al estado para conseguir reformas al sistema de transporte público para hacerlo “más equitativo”.
En el aspecto económico una propuesta totalmente inviable (por factores legales y económicos) es aumentar el salario mínimo hasta $30 por hora para 2030. Junto a esto, para promover el acceso a productos más baratos Mamdani propone que el gobierno local opere supermercados municipales (uno por cada borough) para reducir los precios de alimentos.
Para financiar todo esto, Mamdani propone impuestos más altos a corporaciones y personas con ingresos muy elevados (más de un millón de dólares) para financiar dichos servicios. Esto se debe a que Mamdani aboga por la “justicia social”, una visión de gobierno que ponga a las personas por delante de la especulación: “cada neoyorquino viva con dignidad”.
Como podemos leer todas estas propuestas son de entre alocadas a inviables, pasando por ser también financieramente irresponsables. No obstante, lo increíble es revisar los resultados electorales del 4 de noviembre, los cuales le otorgaron a Mamdani más del 50% de los votos. Si desglosamos el voto demográficamente, las poblaciones que más votaron por Zohran Mamdani son las mujeres jóvenes (menores de 25 años) y gente perteneciente a ciertas minorías raciales e incluso religiosas (increíblemente ganó abrumadoramente entre la población judía). La cantidad de votos que recibió en toda la ciudad es preocupante ya que demuestra el nivel de ignorancia que tiene el votante, pero además que es fácilmente seducido por propuestas que plantean resolver sus problemas, pero que no tienen un sustento técnico ni mucho menos económico.
Para concluir, podemos decir que la victoria de Zohran Mamdani no constituye, como dicen algunos, un peligro que a largo plazo convierta a Estados Unidos en un país socialista. Sin embargo, es la clara muestra de cómo Nueva York a través de las décadas a sucumbido ante propuestas populistas y socialdemócratas (los republicanos no han ganado allí en décadas). Asimismo, los enormes problemas que atraviesa la ciudad causan numerosos estragos a sus ciudadanos. Falta de vivienda, problemas con el transporte, encarecimiento de bienes o servicios y una creciente ola de criminalidad es algo con lo que tienen que lidiar millones de neoyorquinos todos los días. Lo único que ha hecho Zohran Mamdani es elaborar un discurso que propone lidiar con contundencia con todos estos problemas, sin una explicación detallada de cómo los va a resolver. Los neoyorquinos fueron seducidos por este discurso, pues también estaban hartos del establishment demócrata clásico, que dicho sea de paso causó estragos por su pésimo accionar frente a la pandemia de covid.
Es así como son muchas elecciones, el líder populista sabe que la gente desesperada no va a votar con la razón, sino con el hambre. Es por ello que el líder populista los alimenta con falsas esperanzas, meras ilusiones. Y digo esto porque la mayoría de las aberrantes propuestas de Mamdani no pueden ser implementadas en el corto plazo debido a temas jurisdiccionales, competenciales, legales y sobre todo económicos. Los demócratas más izquierdistas están muy ilusionados con este resultado pues Zohran Mamdani encarna una versión joven y renovada de políticos como Bernie Sanders. Esto sí puede constituir un riesgo ya que el ala más radical y socialista dentro de los demócratas quiere definir al candidato para las próximas elecciones presidenciales. Esto requiere una llamada de atención para el presidente Trump y a la facción del MAGA del partido republicano. No obstante, debido al poco realismo de las propuestas de Zohran Mamdani, estamos lejos de ver convertido a Nueva York en un prototipo de comunidad socialista. Veremos cómo evolucionan los hechos a partir del primero de enero, fecha en la que asume el cargo este pintoresco personaje el cual encarna la decadencia de gran parte de occidente.
















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