Antero Flores-Araoz
Humor político
Elecciones 2026: entre la desconfianza ciudadana y la necesidad de seriedad

Ya se encuentra oficialmente convocado el proceso de elecciones generales de 2026. Las pocas alianzas acordadas están en etapa de verificación y fiscalización para su registro. Los postulantes que buscan integrar planchas presidenciales, así como aquellos que aspiran a escaños en la Cámara de Diputados, el Senado o el Parlamento Andino, han iniciado sus campañas para las elecciones internas de sus partidos. En simultáneo, las más altas instituciones del Estado, junto con sus titulares, se atacan entre sí sin piedad, con acusaciones que van y vienen —fundadas o no—, convirtiendo al país en un verdadero “campo de Agramante”.
Muchos de quienes pretenden volver al Parlamento, en su afán de destacar en las elecciones internas y, eventualmente, en las generales, recurren a propuestas descabelladas, incluso imposibles de ejecutar, con el único objetivo de ganar votos. Olvidan que los electores son cada vez más desconfiados y ya no le creen ni a su propia madre. En consecuencia, esas ofertas inadecuadas, lejos de favorecerlos, los perjudican, ganándoles el mote despectivo de candidazo o candidote.
Vale recordar que el hastío de la ciudadanía hacia la política y sus actores llevó, en 2021, a canalizar su enojo votando por Pedro Castillo, hoy procesado y preso. Nadie quiere que ese error se repita. Por ello, sería prudente que la campaña electoral que se inicia sea seria e ilustrativa.
La prensa juega un papel descollante y fundamental en este proceso. Primero, sacando a la luz a los irresponsables que ofrecen convertir al Perú en un “País de las Maravillas”, como el creado por Lewis Carroll. Segundo, advirtiendo a los candidatos serios que no deben desviarse del camino correcto: el buen comportamiento y las propuestas factibles son las que marcan la diferencia y estimulan un voto responsable.
La labor docente de la prensa no tiene precio, pues llega directamente al elector y debe orientarlo para que su voto no sea fruto de simpatías ilusas, sino de reflexión. Además, es crucial que se entienda que la política existe para gobernar bien y mejorar la situación de todos los compatriotas. Se trata de una carrera de peldaños, no de un salto de garrocha que permite a un ciudadano de base aspirar de la noche a la mañana a la Presidencia de la República.
La actividad política debe entenderse como una escalera: primero los cargos vecinales y municipales, luego los regionales, más adelante los ejecutivos —viceministros y ministros— y, posteriormente, los legislativos. La experiencia adquirida en cada etapa es la que permite desempeñar con solvencia responsabilidades mayores.
Felizmente, el ingenio y la agudeza del pueblo peruano suelen expresarse en frases de humor que, además de arrancarnos una sonrisa, nos ayudan a pensar y a no sumarnos a despropósitos. Para muestra, un botón: circula en redes la expresión “Ha bajado la delincuencia y criminalidad. Se nota que están dedicados a su campaña electoral”. A lo que bien podríamos añadir: “No todos, por cierto”.
COMENTARIOS