¿Hasta cuándo PPK?

Cuando el presidente Kuczynski afirma que esperará las declaraciones de Jorge Barata en Brasil —a fin de mes— para luego él dar sus declaraciones ante la Comisión que preside Rosa Bartra, solo nos muestra a alguien temeroso de lo que pueda decir el funcionario de Odebrecht. ¿Por qué el presidente de la República tendría temor de lo que declare Barata? En teoría, Barata no puede mentir, pues debe acreditar todo lo que diga. Y según PPK, él no ha tenido contratos irregulares con la empresa brasileña. Entonces todo debiera ser sencillo, pero parece que no será así.

La alerta lanzada el pasado sábado por PPK muestra lo débil que es este Gobierno, que pende de unas declaraciones de quien fuera representante de la empresa brasileña. ¿Cuántas asesorías contrató PPK o su socio Sepúlveda, a través de sus empresas, con Odebrecht? ¿Cuántas conferencias dictó PPK a los funcionarios de Odebrecht? ¿Cuál era la verdadera relación de PPK con la empresa brasileña? Es algo que nos podría contar nuestro Presidente sin tener que esperar las declaraciones de Barata. ¿No sabe PPK hasta dónde debe contar si antes no escucha a Barata?

Lamentablemente, nuestro presidente de la República solo incrementa nuestras dudas, manteniendo una situación de indefinición en el país. Cada vez es más fácil escuchar en radio o televisión, o leer en algún diario, especulaciones sobre la vacancia o la renuncia del PPK. Es ya un lugar común. Y la supuesta respuesta política de PPK y los voceros del régimen, acusando a la izquierda de querer removerlo y cambiar el modelo económico, no ha logrado calar en la opinión pública, que está esperando explicaciones antes que acusaciones.

Pareciera que el mercado ya descontó una salida de PPK y un reemplazo constitucional por el vicepresidente Martín Vizcarra. En general, al no existir una respuesta contundente ante cada denuncia sobre el presidente de la República, cada vez más los ciudadanos admiten que la solución a esta situación de indefinición es proceder al cambio del Presidente. La pregunta ya no es si PPK se quedara en la presidencia, sino hasta cuándo lo hará.

Cada semana son nuevas acusaciones que se acumulan, sin obtener una explicación convincente. Estamos ante un Gobierno débil que debe retroceder ante cualquier movilización. Pueden ser los productores de papa, las empresas eléctricas o los maestros. Todos huelen un Gobierno sin fuerza, al que hacen retroceder con la toma de una carretera, un par de revistas o una huelga de varios días. Y mientras los peruanos esperamos soluciones, el Presidente espera las declaraciones de Barata. Así estamos.